El PP saca su artillería para reenganchar al electorado vigués. Cinco meses después de su contundente derrota en las municipales, el partido elige la primera ciudad de Galicia para hacer balance de su programa de infraestructuras y sitúa a Vigo como "epicentro de la apuesta decidida" del Gobierno central por los grandes proyectos de la comunidad. "Galicia es y seguirá siendo una prioridad para Rajoy. Toda la comunidad tendrá alta velocidad en el año 2018 por una cuestión de justicia social pese a quien le pese", proclamó la ministra de Fomento, Ana Pastor, durante un acto de partido en el Museo del Mar junto al presidente del PPdeG y de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el vicesecretario general de Comunicación, Pablo Casado. Este dirigente es una de las grandes apuestas de Mariano Rajoy para relanzar el partido tras el batacazo electoral de las elecciones locales.

Él que se estrenaba en la ciudad fue el más contundente en las críticas al gobierno municipal reelegido en mayo: "El potencial que le falta al gobierno vigués lo tiene el Ejecutivo regional con Feijóo a la cabeza. Como ya decía Fraga, nada más nada más nada es igual a nada. Y eso es Abel Caballero", exclamó para júbilo de los dirigentes y simpatizantes reunidos en Alcabre.

A mes y medio de las elecciones generales, los populares se presentan como "el partido de la experiencia y la responsabilidad" frente a la telegenia, el marketing y la política de escaparate que atribuyen al resto de formaciones políticas. La estrategia con el PSOE está clara. "No pueden dar lecciones quienes en 2011 abandonaron a este país al borde del rescate". Y el principal reproche contra Ciudadanos y Podemos es la falta de currículo. "Confío más en cualquiera de los alcaldes que están aquí que en esos candidatos que no tienen experiencia y nunca han manejado un solo euro de dinero público", espetó Núñez Feijóo.

Antes de desvelar el programa y poder entrar en las propuestas de futuro, el PP centra por ahora su mensaje en los compromisos cumplidos. "Un 100% en materia de infraestructuras", repitió Casado de forma machacona mientras daba paso a Pastor para que entrara en detalle con las inversiones de Galicia. "Rajoy es el único candidato que puede venir a Vigo con compromisos cumplidos y hacer balance. Durante años no hubo voluntad política de invertir en la alta velocidad gallega y hoy el Eje Atlántico hasta A Coruña ha movido a 1.650.000 personas. Es una prueba más de que llevamos las infraestructuras a donde se necesitan. Esto también es política social", destacó la ministra con crítica incorporada a Ciudadanos por oponerse al AVE gallego. En la cartera de promesas cumplidas desde 2011 incluyó la puesta en marcha de la autopista del mar, la reforma recién iniciada de la A-55 y el desarrollo de la Plisan.

"Frente a la nueva política vacua, de envoltorio, nosotros somos la política del contenido", aseveró Pastor, que volvió a situar la creación de empleo como la gran "obsesión" de los populares con 1.400 altas al día y un 75% de contrataciones indefinidas, según las estimaciones del partido. La mejora de los datos macroeconómicos con Eurostat como continua referencia es otra de las bazas que explotan los populares en precampaña y sobre la que hacen pivotar su imagen de buenos gestores. "El PP es el único que dio la cara ante la crisis económica. Fue el Gobierno que más dificultades se encontró desde el de Suárez y aunque no todo está conseguido sí se cumplió con Galicia y con Vigo. En diciembre elegimos entre un gran primer ministro europeo o volver a la pesadilla de los últimos años del PSOE", advirtió Feijóo, convencido de que el partido "volverá a ganar" si es capaz "de transmitir que se hizo lo que se tenía que hacer aunque fuera impopular", asegurando al final de su intervención que "el Gobierno de Rajoy ha sido más útil a España y a Galicia que a su partido".

Eligiendo Vigo como escenario, inevitables las alusiones al nuevo hospital de Beade. Y cierre de filas de todos los protagonistas con el proyecto que Feijóo, con menos autocrítica que en días anteriores, volvió a definir como "la mejor infraestructura sanitaria pública hecha en España en la última década". "Vigo vuelve a ser un referente sanitario", le acompañó la ministra Pastor, mientras que la portavoz municipal, Elena Muñoz, presentadora del acto, había agradecido minutos antes al Gobierno y a la Xunta "su apuesta por Vigo en los peores momentos de la crisis con la construcción de un hospital a la cabeza en tecnología".

Entre el público escuchaba el nuevo conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Ruedad, el delegado en Vigo, Ignacio López-Chaves, el presidente del puerto, Enrique López Veiga, el exalcalde Manolo Pérez, el exconselleiro Javier Guerra, el presidente provincial del PP, Rafael Louzán, diputados, senadores, buena parte del grupo municipal y presidentes de colectivos de la ciudad. Ante ellos, el vicesecretario de Comunicación del PP elogió a la Xunta y se refirió a "Alberto" como "una referencia para el partido a nivel nacional". "La izquierda puso a miles de gallegos al sol y tuvieron que ser Ana Pastor y Rajoy quienes los sacaran de las listas del paro", concluyó Casado.