Lograr un trabajo a día de hoy es complicado. Y ya que sea de tu gusto y en un entorno natural se asemeja imposible. Sin embargo todo es ponerse, buscar, estudiar y encontrar. Así lo hicieron los 38 participantes del programa de formación de guías de Parques Naturales. Comenzaron su formación allá por el mes de agosto y el pasado 21, 22 y 23 de octubre tuvieron tres clases magistrales en el parque de las Illas Atlánticas, donde aprendieron de primera mano todo lo necesario para ser un buen guía además de los secretos y escondrijos del propio parque nacional.

Llegar hasta aquí no fue fácil. "Tuvimos que pasar primero un test online con muchos contenidos, preguntas, hacer una prueba final, pero mereció la pena. Estar aquí bien valió el esfuerzo", reconoce Saleta Ameixeiras. Su caso es muy similar al de muchos de los participantes. Ella es natural de Vimianzo pero por razones de estudio y trabajo reside en Bilbao. Viajó a Vigo durante un par de días únicamente para participar en estos cursos de formación. "En verdad había más parques para elegir. Yo tuve claro desde el principio que quería participar en el de Illas Atlánticas porque es un ambiente único. En especial las Islas Cíes, de verdad que son impresionantes. A las demás es la primera vez que vengo pero también me he llevado una grata impresión", añade.

Diego Salgueiro también viene de Bilbao y no descarta trabajar en un futuro como guía en un parque. "Parece sencillo, explicarle a la gente lo que ver, la historia y demás, pero no es tan simple. Hay que empatizar con la gente, lograr su atención, explicarle cosas diferentes y para ello no basta solo con leer un poco de la zona, tienes que conocerla como la palma de tu mano, su flora, su fauna, sus tradiciones, además también es imprescindible unas nociones técnicas mínimas sobre parques y naturaleza", explica el joven.

Relación con el medio natural

Y es que tiene razón, ninguno de los participantes está en el programa por amor al medio. Todos ellos cumplen un perfil concreto y tienen estudios relacionados con el mundo natural: biología, ciencias marinas, ciencias del mar, ingeniería de montes, química, recuperación forestal, agricultura ecológica, entre otros. En el caso de Francisco Gómez, de Vilagarcía y el más joven del grupo, su participación en el curso se debe a 'la familia'. "Mi tío tiene un pequeño barco que es el que hace los viajes desde Carril a la isla de Cortegada. A mí me gustaría poder hacerlo cuando él descanse así que necesito un título y por ello estoy en este curso", explica el vilagarciano.

El curso comenzó con un recorrido por la isla de Cortegada. La visita sirvió para estudiar sobre todo la flora y vegetación que crece en la isla. Este archipiélago cuenta con uno de los bosques de laurel más grandes y valiosos de toda Europa. Tantos los participantes como los propios guías reconocen que se trata de uno de los rincones del parque que más peculiaridades tiene con respecto a otros ecosistemas.

El viaje a Ons ocupó todo el segundo día de trabajo de campo para los proyectos de guías. El tiempo acompañaba y a pesar de que el paseo duró más de tres horas y las cuestas eran importantes, nadie desvaneció. El recorrido de este día se centró en la formación de las rocas, erosionadas con el mar, y en la fauna que en la isla reside. Uno de los animales protagonista del Parque Nacional es el comorán moñudo, quien vive en las rocas y no se deja asomar mucho por el interior del parque. Los 'alumnos' no dudaron en reconocer y alabar las vistas desde lo alto de los acantilados y sobre todo la belleza del faro, uno de los pocos del mundo que cuenta todavía con un farolero.

La isla de Ons, bastante desconocida para muchos de los foráneos dejó el listón muy alto para la visita que tenía lugar el tercer y último día de trabajo. Sin embargo, la belleza de las Cíes, situadas en plena Ría de Vigo, eclipsó las vistas de las jornadas anteriores.

Si el Concello de Vigo inició los trámites para que sean declaradas como Patrimonio de la Humanidad, razones no le faltaron. Es el archipiélago más grande que conforma el Parque Nacional y además cuenta con las playas consideradas más bonitas del mundo. "Ser guía es Cíes es demasiado fácil, mires donde mires es precioso, es que te quedas embobado y ya pasas del guía y de todos", comenta una de las visitantes.

Las especies marinas y las aguas de la Ría fueron las protagonistas de este día. La región submarina que envuelve a las Cíes se trata de uno de los ecosistemas más ricos y variados de todo el litoral gallego, donde destaca un importante bosque de algas pardas. Es el archipiélago más famoso de todos y por lo tanto muchos ya habían estado en él en alguna otra ocasión, aunque repetir "no es problema. Yo por mí sacaba la tienda de campaña y aquí me quedaba. Es un espacio único", narran los futuros guías.

Muchos regresan a sus hogares tras tres agotadores pero intensos días con la seguridad de haber estado en uno de los lugares más bellos del mundo.