La Policía Local sustituye su antiguo radar camuflado analógico con más de 13 años de antigüedad, por otro digital y de "mayor precisión" que tiene capacidad para controlar hasta seis carriles diferentes. Esta decisión se tomó, según fuentes municipales, tras los continuos fallos y averías del otro cinemómetro. Además -aseguran- tiene coste cero al incluirse en el contrato de renting de la Agencia Ejecutiva.

Entre las mejoras técnicas de este nuevo dispositivo respecto al anterior, destaca la mayor resolución de su cámara, de 11 megapíxeles frente a 1 del antiguo. Su mayor precisión permitirá discriminar con mayor acierto a los infractores que exceden los límites de velocidad independientemente del carril por el que circulen.

El Concello ha cambiado también el coche, que pasa de ser un Citroën C3 gris a otro del mismo modelo pero de color blanco. Además, la antena en forma de cono característica de este vehículo ubicada en el frontal del coche ya no es visible. En su lugar hay una placa rectangular negra con un flash incorporado.