El bipartito PSOE-BNG que dirige la Diputación hizo ayer su balance de los primeros cien días de gobierno, en el que la presidenta, Carmela Silva, destacó el "cambio estructural" operado en la institución en este tiempo. "Ahora el conjunto de los diputados provinciales pasan de situarse en una posición de igualdad, acuerdo y colaboración con los concellos, frente a la supremacía de la Diputación en las etapas anteriores", comentó.

Silva compareció junto al vicepresidente César Mosquera y todos los miembros de la junta de gobierno y afirmó que la política de la institución "se centra ahora en el bienestar de todos los ciudadanos, que es lo que realmente importa". Resaltó que hay "un gobierno abierto" en el que intervienen ante el pleno todos los colectivos que lo desean, y subrayó que los ejes del proyecto político son "la transparencia y la concurrencia".

En este sentido se refirió a los cambios en los procedimientos de contratación y de concurso-oposición, "donde ahora toda la oposición política puede estar presente". Como principales actuaciones en estos cien días Silva citó el nuevo plan de empleo con más de 1.500 nuevos trabajadores en los concellos "con mejoras sustanciales en sus condiciones laborales que las que venían disfrutando hasta ahora". También citó el plan de movilidad, el de compostaje y las mejoras en seguridad viaria.

Por otra parte, la presidenta de la Diputación dio especial importancia a la creación de nuevos servicios administrativos para atender empleo e igualdad, y aludió a la nueva imagen, "hecha con recursos propios", o la nueva web que incluirá la emisión de los plenos vía streaming.

Por su parte, el vicepresidente destacó el "entusiasmo y gran dedicación" del nuevo equipo de gobierno. "Entrar a gestionar el organismo fue un reto elevadísimo, fortísimo, casi una aventura por el deterioro del funcionamiento interno de la institución, que dependía casi exclusivamente de una persona", explicó Mosquera, quien también apuntó que se han disipado "los recelos sobre las rivalidades entre Pontevedra y Vigo" y las dudas sobre si se caería en "viejos vicios" para resarcir a ayuntamientos de maltrato histórico en etapas anteriores.

"El ritmo de acción en el gobierno fue acelerado y logramos salvar los obstáculos, dejando los temores disipados. Vencimos bien todos estos problemas, de manera sincronizada en el equipo, sacando los proyectos adelante con fuerza y entusiasmo", añadió el vicepresidente, para apostillar que los proyectos ya en marcha "tienen un resultado positivo".