Los alumnos de Primaria y Secundaria de etnia gitana matriculados en centros de Tomiño, Tui y Porriño vuelven a las aulas después de los ataques entre morones y zamoranos. La Consellería de Educación confirma que el absentismo ayer en los centros escolares se redujo al 26,4 por ciento (frente a más del 57 % del jueves), el día después de la emboscada a tiros a tres vehículos del colectivo de ambulantes zamoranos en la autovía de circunvalación VG-20 cuando abandonaban el mercadillo de Coia en Vigo hacia sus domicilios en Porriño. Muchos padres han optado estos días por no llevar a sus hijos a clase por el aumento de la tensión entre algunos miembros del clan de los morones y los llamados gitanos zamoranos, si bien ayer acudieron a clase 78 de los 106 alumnos matriculados.

Mientras las fuerzas de seguridad continúan la búsqueda de los tiroteadores y de los vehículos que utilizaron, el único herido sigue ingresado en el Hospital Álvaro Cunqueiro donde se recupera de un disparo en un glúteo. Si bien algunos de los agresores han sido identificados ya, se investiga si contaron con ayuda de sicarios lusos.

Los disparos no fueron el primer incidente entre ambos grupos, porque hace una semana hubo otro enfrentamiento en el mercadillo de Cangas entre zamoranos y algunos miembros de la familia Giménez que resultaron heridos, entre ellos Sinaí, hijo del autodenominado rey de los gitanos. El clan de los zamoranos ha decidido acudir a todos los mercadillos de Vigo y su área que se celebren. El Concello de Cangas, por su parte, se personará como acusación por la reyerta y solicitará órdenes de alejamiento del municipio contra Sinaí y su mujer, y otros dos zamoranos implicados en el altercado.