El grupo de Nuevos Materiales, que cuenta con el sello de referencia de la Xunta, acumula una dilatada experiencia en la búsqueda de biomateriales con usos médicos que resulten más fiables y que también sean interesantes desde una perspectiva económica. Uno de sus últimos logros aúna ambos objetivos y consiste en la obtención de cerámicas dentales para implantes a partir de dientes de tiburón, uno de los descartes de la industria pesquera.

En este tipo de estudios recurren a la espectroscopía Raman para analizar la estructura de los materiales que investigan. "Teniendo en cuenta este know-how y la similitud de las biocerámicas con la parte inorgánica del diente y del hueso, nos decidimos también a estudiar estos tejidos", explica Aguiar.

De esta forma, utilizó la técnica para comparar dientes y también huesos humanos sanos con otros afectados por osteoporosis o de rata, además de realizar un estudio estructural comparativo de biocerámicas biológicas y sintéticas.

"Los tejidos mineralizados vivos o exvivos, sanos o en estado patológico sufren cambios en su estructura molecular o química que afectan a su grado de mineralización. La espectroscopia Raman se muestra sensible a ellos, por lo que el espectro resultante puede ser utilizado como método de análisis o diagnóstico con un alto grado de fiabilidad", concluye Aguiar.