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El microscopio vigués seduce en la Unesco y ya lo solicitan en Holanda y Estados Unidos

El original de Leeuwenhoek comprado por internet recibe elogios de casas reales, premios Nobel y museos -El viernes viaja a la Royal Society de Londres que custodia el legado de su creador

La pieza en la Unesco en urna.

El 28 de mayo arrancaba la meteórica aventura del vigués Tomás Camacho con la publicación en Nature del primer artículo sobre el extraordinario hallazgo de un décimo microscopio original de Leeuwenhoek. En julio el departamento de Física de la Universidad de Cambridge autentificaba su procedencia y la curiosa historia de uno de los microscopios más antiguos y valiosos del mundo comprado por un vigués a través de internet empezaba a dar la vuelta al mundo. En apenas tres meses la repercusión lograda por esta joya salida de las manos del padre de la microbiología parece ya imparable y tras ser expuesta en septiembre en la sede central de la Unesco en París, se le abrirán esta semana las puertas de la Royal Society de Londres al tiempo que la pequeña pieza que se guarda en una caja fuerte es ya reclamada por museos y colecciones europeas y norteamericanas.

De los 500 microscopios que pudo haber fabricado el holandés Antony Van Leeuwnhoe en la segunda mitad del siglo XVII solo diez han sobrevivido y el valor excepcional del adquirido por Tomás Camacho, director médico de Vithas Lab, y su mujer Estrella Pallas, reside tanto en su lente de 164 aumentos como en el hecho de haber pasado tres siglos enterrado en los lodos de un antiguo canal de la localidad holandesa de Delft. Es el único que se encuentra en manos privadas y que tiene garantizada al 100% su originalidad frente a las sospechas de plagio que pesan sobre otros ejemplares.

La sorprendente noticia de que un médico vigués había comprado uno de los microscopios más valiosos del mundo a través de una subasta en internet y por 1.500 euros despertó una gran curiosidad en la comunidad científica y ha servido para que se conociera más en profundidad la colección viguesa de microscopios antiguos Camacho & Pallas, cuya búsqueda incansable en los últimos años les ha permitido reunir de forma discreta en la ciudad unos 220 ejemplares de gran valor.

Coincidiendo con la adquisición del original de Leeuwenhoek, pieza estrella del conjunto, la familia ha editado un catálogo donde muestra un centenar de sus microscopios más representativos y el libro ya está en manos de varias docenas de premios Nobel de Física, Química y Medicina, museos de arte y ciencia de toda Europa, investigadores americanos y cinco casas reales incluida la británica, quien en su día llegó a poseer 26 originales de Leeuwenhoek que se perdieron en un incendio.

Los pocos microscopios auténticos que se han conservado se reparten entre Holanda, Bélgica y Alemania y en cierto modo Reino Unido arrastra una deuda con la figura del comerciante y luego pionero de la ciencia holandés que de forma simbólica se intentará reparar el próximo viernes 23 al recibir en la Royal Society al pequeño microscopio de Tomás Camacho y Estrella Pallas, a quienes permitirán acceder a las comunicaciones originales de Leeuwenhoek en las que informaba a la sociedad de sus primeras observaciones sobre la estructura del moho, el aguijón de una abeja o los primeros espermatozoides. "Es un privilegio", reconoce emocionado Camacho mientras cierra la agenda de la visita con los responsables de una de las sociedades científicas más antiguas del mundo gracias a la mediación del profesor Brian Ford, que trabajó en la validación del microscopio vigués y publicó la información sobre su aparición en Nature.

Su trabajo ha sido fundamental en la breve pero intensa trayectoria de la lupa comprada desde Vigo y que se guarda hasta el día del viaje en una caja de seguridad. El microscopio volará hasta Londres en un transporte especial que permite a sus propietarios realizar un seguimiento de su ubicación cada hora y permanecerá allí siete días ante la solicitud del departamento de Física de Cambridge de estudiar la pieza más en profundidad y preparar nuevas publicaciones.

Viajára en una urna de metacrilato construida específicamente para evitar golpes al microscopio puesto que tiene ya varios traslados previstos en su agenda inmediata. Tras ser cedido durante dos días a la Unesco coincidiendo con una conferencia internacional sobre los logros de la civilización islámica en la Edad de Oro y el viaje de este mes a Reino Unido los ilusionados dueños tienen previsto cederlo temporalmente junto con otras piezas de su colección al Museo Boerhaave de Leiden (Holanda) donde ya se exponen otros cinco originales.

Pero el interés despertado por la pequeña lupa cuya lente es del tamaño de una cabeza de alfiler no termina aquí y formará parte de una exposición a principios de otoño de 2016 en el Museo de la Evolución Humana de Burgos tras los contactos establecidos con la familia viguesa por el director científico del centro, Juan Luis Arsuaga, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica 1997.Y aún tiene más compromisos. "No me esperaba en absoluto esta repercusión en solo tres meses. Esta misma semana Brian Ford me anunció que prepara una nueva publicación para noviembre, que podría hacer algo para National Geographic y probablemente lo llevemos a EE UU porque mantenemos una buena relación con la Colección Golub de la Universidad de Berkeley. Hasta el momento quizá era la mejor de microscopios antiguos", explica Camacho, conocedor de que la balanza quizá se haya inclinado ahora a favor de Vigo.

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