Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Don Juan Carlos prueba su nuevo velero en aguas de las Rías Baixas

El Rey, que estrena barco, llega a Peinador para pasar el fin de semana entre Vigo y Sanxenxo

El Rey Juan Carlos, ayer, tras aterrizar en Peinador. // José Lores

El padre de Felipe VI y Rey emérito, Don Juan Carlos, se pasará este fin de semana entre Vigo y Sanxenxo dentro de un viaje de carácter privado para disfrutar en las aguas de las Rías Baixas de su pasión: la navegación a vela. Pero a diferencia de lo que vivió hace poco más de un mes, cuando volvió a regatear tras seis años apartado de la náutica por problemas de salud, este regreso a Galicia ofrecerá al monarca una doble y especial experiencia. La de estrenar un barco, que además de su singular belleza e histórico diseño -perteneciente a la "clase 6mR" fabricada en madera en 1929- ha sido rebautizado con el nombre de su anterior yate, aquel con el que tantas competiciones ganó, el Bribón.

Don Juan Carlos llegó ayer tarde en un jet con el plan de desplazarse después hasta Sanxenxo, donde se ultimaba el enarbolado de su flamante Bribón. Aunque en realidad será hoy cuando está previsto que se ponga al timón del velero en compañía del presidente del Náutico de esta localidad, Pedro Campos, que junto al armador barcelonés José Cusí lo adquirieron a principios del pasado mes a un particular en Filandia. Que se cumpla o no este programa dependerá de la meteorología. Además, el del monarca no será el único velero clásico que desplegará sus velas en la Ría de Pontevedra.

Para dar mayor realce a la escena saldrá a navegar el Acacia. A bordo de este barco fue donde Don Juan Carlos recuperó en septiembre -durante la regata que lleva su nombre y que patrocina El Corte Inglés- sus ganas de competir. Y se da la circunstancia, nada casual, de que es gemelo del Bribón. Por algo el también director del equipo de Mapfre en la Volvo Ocean Race, Pedro Campos, llegó a confesar que no había sido nada fácil encontrar este barco. Porque al final lo localizaron en Loiivisa, en el sur finlandés, de idéntica serie, y diseñado y construido por la misma persona, Gustaf Estlander. Desde allí, donde estuvo sin salir a la mar desde 2011 bajo el exquisito cuidado de su último propietario, viajó en camión el entonces Ian hasta Sanxenxo. Ahora ya como Bribón, esta joya de la vela clásica probará a los mandos del Rey las Rías Baixas y lo hará, 86 años después, junto a su hermano el Acacia.

Compartir el artículo

stats