Otro de los puntos en los que el empresariado reclama cambios es la independencia judicial. Plantea una reforma que modifique los sistemas de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional para evitar "influencia" de los partidos sobre estos orgnaismos. Por último, Juan Güel introdujo la "autocrítica" en sus propuestas y reconoció que resulta "perentorio" que entidades y asociaciones empresariales asuman un compromiso de buenas prácticas o valores éticos. "Solo así la empresa podrá ver legitimada y respaldada su posición como interlocutora frente a los poderes públicos", concluye el Círculo, que apuesta por contribuir desde la empresa con políticas que beneficien a la sociedad.