El colectivo de celadores levantó ayer la acampada que mantenían en el hall del Cunqueiro desde el 28 de septiembre. En asamblea, decidió darle un plazo de siete días al nuevo conselleiro para que los reciba en Santiago, como les prometió el pasado viernes. De no ser así, iniciarán otro encierro, esta vez, de forma indefinida. "No nos vamos a rendir, vamos a seguir luchando", aseguraron en la lectura de su manifiesto, en el que exigen que se revierta la situación por la que se ha entregado a una empresa privada parte de sus funciones. Recibieron el apoyo de unos 150 compañeros desplazados desde Santiago, Pontevedra y O Salnés en lo que calificaron como "algo histórico: una gran marea de celador@s de Galicia".