La sociedad de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb) ha iniciado contactos con los ayuntamientos de más de 250.000 habitantes, entre los que se encuentra Vigo, para cederles vivendas sociales. El llamado "banco malo" pretende contribuir a solucionar un "problema social" y aprovechar la "facilidad" de las administraciones locales para dar salida a sus inmuebles.