Litros de aguas residuales caían desde el techo de la zona de reanimación, en la planta de Urgencias, al filo de las seis de la tarde. Hubo que acordonar la zona y, una hora después, el Sergas informaba de que el problema se había solucionado.

Todo empezó en el baño de Obstetricia, cuando uno de los sanitarios se atascó con papel higiénico. Esto obligó a los operarios a utilizar un tubo de aire a presión para despejar la tubería, pero uno de los codos del conducto se rompió. Según el Sergas, las placas del falso techo se quitaron a propósito para poder acceder a la avería, que desoncertó a los trabajadores que a esa hora se encontraban en la zona viendo cómo "llovía" en los pasillos.