Dos años de prisión y el pago de una multa de 240 euros. Ésta es la condena que aceptó ayer en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, un constructor, M.A.G.G., administrador de Roymer Obra Civil S.L., por defraudar casi 610.000 euros al BBVA mediante facturas falsas. Al acusado se le aplicó la atenuante de reparación del daño. El hombre suscribió un acuerdo privado con el banco para abonar el dinero defraudado: se comprometió a pagar 391.000 euros, que es la cantidad que le falta ya que ya depositó 70.000 euros y aportó una finca ubicada en Padriñán (Sanxenxo) valorada en otros 148.000 euros.

El constructor mantuvo durante años relaciones comerciales con una sucursal del BBVA en Vigo. La operativa consistía en la presentación de las certificaciones de obra y las facturas de trabajos que realizaba su empresa, la mayoría para la administración pública, de manera que el banco le pagaba anticipadamente esos cargos, que el ente público después reembolsaba a la citada entidad.

Sin embargo, según la Fiscalía, en marzo y diciembre de 2012 el ya condenado presentó certificaciones de obras, facturas y endosos de facturas fraudulentas: o bien "completamente inventadas" -que no se correspondían con la ejecución real total de la obra- o modificadas en sus importes.

El ingreso en prisión de M.A.G.G. fue suspendido a condición de que no vuelva a delinquir en un período de cinco años y haga frente al pago de la indemnización que resta por abonar.