Las fuertes rachas de viento e intensas lluvias que se registraron ayer y el pasado fin de semana en la ciudad causaron inundaciones, daños en coches y viviendas y la caída de árboles y cristales en puntos distribuidos por todo Vigo. Según la Policía Local, las lluvias causaron inundaciones en las calles Julián Estévez y Manuel Álvarez, la avenida de Ramón Nieto y Praza de Compostela, lo que obligó a intervenir a la empresa de limpieza y cortar la calle mientras no bajó el nivel del agua.
En la rotonda de enlace de la VG-20 con la avenida Clara Campoamor una inundación provocó riesgo para la circulación, por lo que se señalizó la zona. Un vehículo sufrió daños sin embargo al acceder a la rotonda. La caída de un árbol dañó el tejado de un chalé de la calle Salgueira, la rama de otro árbol rompió un colector en Gran Vía y el desprendimiento de un eucalipto obligó a cortar la avenida del aeropuerto.
La caída de objetos también provocó daños en Camiño Vello, donde el cristal de una nave abandonada cayó sobre un vehículo. De una vivienda de la calle Aragón se desprendió un trozo de ventana mientras el resto quedó colgando con riesgo de soltarse. Salvamento Marítimo remolcó, a su vez, una lancha que navegaba a la deriva en O Vao.
Las fuertes lluvias también provocaron que saliesen de su sitio tapas de alcantarillas en Colón, Isaac Peral y Estrada de Valladares; y causó el desplazamiento de colectores en varias calles, como Portanet, avenida Atlántida y Estrada dá Venda. Los bomberos informaban por la tarde de ocho intervenciones desde la madrugada por el riesgo de que se desprendiesen ramas de árboles.
El mal tiempo afectó también a un avión de Air Europa procedente de Madrid que tuvo que abortar su aterrizaje en Vigo y desviarse a Santiago. Fue el aparato que partió a las 10.40 h de Barajas y que tenía previsto tomar tierra en Peinador a las 11.20. Pero la baja visibilidad -debido a la niebla e intensas precipitaciones- provocó que el comandante cambiara el plan de vuelo tras una aproximación frustrada y se tuviera que dirigir a Lavacolla. Los viajeros tuvieron que ser transportados por carretera a Peinador. También se emplearon buses para trasladar a Lavacolla a los viajeros que debían tomar ese avión hacia Madrid. Esta incidencia provocó retrasos.
