Los casos de fondos buitre que han adquirido paquetes de deudas a los bancos se han disparado en los juzgados vigueses. Las sociedades se personan en las salas de Primera Instancia como los nuevos acreedores para tratar de cobrar esos impagos. E igual que en los tribunales, en los despachos de abogados también perciban como aumentaron las consultas de clientes que, sorprendidos, se encuentran con que la deuda que tenían con su entidad bancaria se la reclama ahora uno de estos fondos, que suelen tener su sede en países como Luxemburgo, Suiza o Noruega. "Notamos que desde hace nueve o diez meses viene más gente relacionada con este tipo de asuntos; aunque en algunos casos el crédito que originariamente tenían con el banco es reciente, en otros se remontaba ya a los años 90 o principios de 2000", afirma Manuel González, letrado del despacho Colón Abogados, con sedes en Vigo y A Coruña. Precisamente, explica este mismo jurista, las deudas que suelen vender las entidades bancarias son aquellas que ya veían "incobrables" por lo que, por poco que obtengan al ceder los paquetes a los fondos a cambio de precios irrisorios, consiguen una liquidez que, de otro modo, ya daban por perdida.

El letrado remarca el importante cauce legal que permite el artículo 1535 del Código Civil para que los afectados planten batalla judicial a estos fondos extranjeros. Unas sociedades, advierte, que "suelen emplear técnicas más agresivas" de cobro. "El banco tiene una visión más comercial, pero el fondo es más agresivo, no te da soluciones...", describe.