Después de un año sin avances a efectos prácticos, la Consellería de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza anunció ayer que "está ultimando" la redacción del decreto que regulará el funcionamiento de los nuevos casinos en la comunidad y que la próxima semana iniciará su tramitación. Es el paso imprescindible que reclaman desde hace más de una década los propietarios del Casino La Toja para poder abrir su ansiada sala en la ciudad de Vigo. El presidente del Grupo Egasa, propietaria de la mitad del negocio, no era ayer por la mañana conocedor de estos avances y se limitaba a confirmar que seguían buscando una ubicación idónea para el proyecto.
El gobierno gallego ya había modificado la Lei do Xogo a finales de 2014 para permitir a los casinos que operan en Galicia "abrir una sala adicional que se encuentre fuera de su recinto actual y en la misma provincia" superando así la vieja limitación que impedía la competencia dentro de la provincia de Pontevedra y exigía además un asentamiento de población superior a los 300.000 habitantes. Esta condición impidió desde que lo intentó por primera vez en 2004 que el Casino La Toja contase con una sucursal en la ciudad olívica y superado este escollo lo que falta para que pueda materializarse el proyecto es la aprobación del decreto que ahora la Xunta se compromete a tramitar fijando los requisitos de funcionamiento que deberán cumplir las nuevas instalaciones, desde dimensiones hasta horarios, tipos de juego y características arquitectónicas y ambientales.
"Estamos ultimando el reglamento que regirá las particularidades de estas salas adicionales, ya que son figuras nuevas", trasladaron ayer desde Presidencia, que defiende que a lo largo del proceso estuvo "en permanente diálogo con el sector" con el objetivo de impulsar "un texto lo más consensuado posible". Sobre el papel se tratará de salas satélite o sucursales del casino matriz, pero desde la empresa Egasa siempre dejaron claro que el usuario lo percibiría como un casino independiente, que abriría todo el año y que además serviría para retener en la ciudad a parte de los clientes que ahora se trasladan hasta La Toja o Portugal. Cifraban en un centenar el máximo de puestos de trabajo que podría crear la nueva infraestructura, para la que se han tanteado cinco posibles localizaciones sin que por ahora se haya cerrado ningún acuerdo.
Hace apenas unos días el presidente de Egasa, José González, reafirmaba su interés por el proyecto, pero reconocía que aunque su intención inicial era abrir la sala viguesa en 2016, con el retraso en los cambios normativos sería difícil lograrlo. Reclamaban como imprescindible conocer el reglamento para saber las condiciones que deberían cumplir y que la Xunta afirma que se conocerán en pocos días.
