El alcalde de Vigo y nuevo presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero, afirmó ayer rotundo que va a seguir siendo alcalde "el resto de su vida política". "Yo le calculo unos 12 años más. Pero pueden ser 16 también, no digo yo que haya que limitarse", bromeó en respuesta a las preguntas sobre sus nuevas responsabilidades en Madrid y la necesidad de compatibilizar dos agendas.

En una comida con periodistas que mantuvo el jueves en Madrid se le preguntó por su interés en asumir algún cargo en la Xunta o en un futuro Gobierno de España en caso de victoria socialista, algo que el regidor negó de forma tajante. "No, no. Abel Caballero va a seguir siendo alcalde el resto de su vida política. Que quede claro", sentenció ya de vuelta a Vigo, donde priorizó sus responsabilidades en el Ayuntamiento sobre cualquier otra pese al entusiasmo que muestra por empezar a introducir "profundos cambios" en el municipalismo español.

"La FEMP me va a requerir mucho trabajo. Solo en octubre tendría que realizar unas 15 salidas, pero voy a delegar en otros miembros del gobierno algunas de ellas. Soy presidente de la FEMP, pero primero soy alcalde de Vigo", proclamó el regidor socialista que acaba de revalidar el cargo con una primera y holgada mayoría absoluta que le abrió la puerta a dirigir a los 8.100 ayuntamientos de España.

Aunque se verá obligado a viajar a Madrid con más frecuencia, Caballero aseguró que conoce bien la entidad de la que acaba de hacerse cargo de su anterior etapa como vicepresidente y se comprometió a impulsar profundos cambios en la FEMP sin perder a Vigo del punto de mira. "Voy a seguir aquí con mucha actividad y tres o cuatro ruedas de prensa cada día y dando a la ciudad toda la atención que demanda. De Vigo no me voy ni que me maten", aseguró ya en un tono más distendido y tras alabar la nueva posición que ejerce la ciudad en el contexto nacional.

"Vigo está en el centro de observación del país y va a dirigir a los 8.100 ayuntamientos de España en un momento histórico, unos años en los que el municipalismo en España se la juega y se la juegan los ciudadanos que quieren que lideremos una parte importante del proceso político y administrativo de satisfacción de sus necesidades", explicó el socialista en alusión a los cambios inmediatos que quiere impulsar en las relaciones entre el Estado y los ayuntamientos.

Su objetivo es que "la nueva FEMP "emprenda "una revolución" para que los municipios consigan "la dotación de recursos y competencias que precisan". "Queremos el reconocimiento constitucional y la financiación necesaria para atender a la ciudadanía", se fijó como principal reto para los próximos cuatro años.