El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, admitió ayer tras el Consello de la Xunta la existencia de "desajustes" en el traslado al Álvaro Cunqueiro que atribuyó "a la complejidad" del proceso. Agradeció el trabajo de los profesionales y pidió a la población viguesa que permita "seguir trabajando y ajustando las inconveniencias detectadas".

Ante las protestas de algunos profesionales, el mandatario enfatizó que el cambio al nuevo hospital de Vigo es "el de mayor dificultad que nunca se ha hecho". "Si ya es difícil cambiar de casa a una familia, imagínense a 6.000 personas simultáneamente y no solo hacia un nuevo hospital, sino hacia una nueva cultura hospitalaria", reflexionó en alto para ejemplificar sus argumentos.

Feijóo aseguró que no va "a negar los desajustes e incidencias puntuales" que se producen -sin llegar a especificar en qué áreas o de qué tipo- y se comprometió a seguir trabajando para solucionar cualquier inconveniencia que surja y que la Xunta tiene "la obligación de solventar". De nuevo agradeció su paciencia y labor "a la inmensa mayoría" de los profesionales sanitarios, que saben "lo difícil que es" poner a funcionar "al cien por cien y sin incidencias" el hospital.