El PSOE hizo valer ayer su mayoría absoluta para dar luz verde en el pleno a las ordenanzas fiscales que regularán los tributos de 2016. Con los votos en contra del PP y Marea, los socialistas validaron su propuesta de aplicar el próximo año el 1,1% del IPC -correspondiente al período 2012-2015- a los impuestos del IBI, IAE, el rodaje y las tasas de basura y agua. El servicio de ayuda al hogar, escuelas infantiles y uso de instalaciones municipales deportivas, entre otros tributos, se congelan. Las ordenanzas afrontan ahora un plazo de alegaciones de 30 días, tras el cual volverán a pleno para recibir el placet definitivo de la Corporación.

El edil de Facenda, Jaime Aneiros, recalcó el buen estado de las cuentas municipales -con un plazo para el pago de facturas de 24 días, por debajo de la media de las autonomías- y argumentó que el próximo año se logrará "disminuir la presión fiscal" sobre los vigueses. Su propuesta recibió el rechazo de PP y Marea, que insistieron en que "hay margen" para bonificaciones fiscales y pidieron al Gobierno local que las adopte. "En 2016 las familias viguesas pagarán más que en 2015. ¿De qué sirve a los ciudadanos la salud financiera si al final hay más impuestos?", argumentó la portavoz popular, Elena Muñoz. En el último pleno el PP planteó bajar un 2% los tributos en 2016.

El portavoz de Marea, Rubén Pérez lamentó la "subida generalizada" de las tasas e impuestos locales. "Pedimos evitar el IPC de forma generalizada", reclamó Pérez, que criticó el encarecimiento del IBI rústico y sugirió que se estudie la titularidad del nuevo hospital Álvaro Cunqueiro: "Si no es totalmente público, habrá que cobrarle el IBI". Durante la intervención del PP y Marea también se propuso un cambio en la tarifa del agua. Aneiros lamentó la "demagogia" de ambos grupos. "Miren a Madrid y si quieren bajar impuestos, eliminen el canon de Sogama", replicó al Partido Popular.

No fue el único debate centrado en la política fiscal. La Corporación aprobó por unanimidad una moción con la que apremia al Ejecutivo central a que ofrezca bonificaciones y facilidades a los arrendadores e inquilinos. El objetivo -argumentó Aneiros- es "corregir uno de los recortes del PP". El popular Miguel Fidalgo tachó de "falacia" que se hayan eliminado los beneficios a arrendatarios y arrendadores y criticó que "desde el Concello no se hace absolutamente nada" en esa materia.

También con el respaldo de PSOE, PP y Marea se dio luz verde a una moción socialista que insta a la Xunta a reforzar los recursos para los jóvenes en Vigo, en especial -concretó la edil Uxía Blanco- reforzar la oferta del albergue Altamar o la del centro Quérote. "Resulta insuficiente", zanjó. El concejal de Marea Xosé Lois Jácome criticó que Quérote no tenga "ni el horario ni el personal suficiente" y pidió que mientras no se refuerce, se adecue su horario. Desde el PP, Diego Gago, lamentó que el Concello "no hizo nada" para atajar el paro juvenil. "Parece un poco perdida", espetó el popular a Blanco tras mostrar su "sorpresa" por que Xuventude no la dirija la edil más joven.

En materia de educación, PSOE y Marea exigieron a la Xunta que "subsane los problemas de personal e infraestructuras" en Vigo. La edil socialista Olga Alonso aseguró que el "tijeretazo" que aplicó el PP ha provocado "masificación en las aulas" y "falta de profesorado". "Hay una absoluta improvisación en el curso escolar", concordó Pérez, de Marea. Desde la bancada popular, Teresa Egerique reivindicó la inversión en educación de la Xunta: "El curso empezó de forma impecable."

El punto más tenso del pleno se produjo sin embargo al abandonar la sala los ediles de Marea -Pérez y Jácome; Margarida López no acudió para respaldar el encierro de celadores en el Álvaro Cunqueiro-. Durante una moción de Marea que pedía al Concello que destinase el remanente de Tesorería a planes de empleo, Rubén Pérez criticó las exenciones fiscales a PSA Peugeot-Citroën y que se permitiese la deslocalización de las empresas auxiliares. El alcalde, Abel Caballero, le replicó acusando a Marea de "populista" y de "engañar a la gente". "Está en contra de la automoción y del AVE a Vigo; está supeditada a las Mareas de Santiago y Coruña". Pérez exigió un turno de réplica que Caballero rechazó. Tras votar la moción -que tumbó el PSOE- los ediles dejaron la sala.