Segunda cita del año en Bembrive con las carrilanas. Después del Open que se celebró en el mes de junio, ayer se dieron cita 45 vehículos sin motor para disputar la quinta edición de la Bajada de Carros que organiza el Club Deportivo RunRun en colaboración con el Concello y la Entidad Menor de la parroquia y que puntúa para el Campeonato Gallego de Deportes de Inercia.

La prueba se celebró en la bajada del Campaneiro y hasta el pabellón de deportes. Una distancia de 2,3 kilómetros que recorrieron los vehículos de las nueve categorías participantes: CX, RX, GX, Skeleton, Drive Troke, Gravity Bike, Street Luge, Long Board, patinaje de descenso, C8-C9 y madera. Se repartieron 27 trofeos entre los tres primeros clasificados de cada categoría.

Los ganadores de cada categoría fueron: Avelino Pérez en GX; Martín Varela en CX; Adrián Costas en GB; Alfonso Silveira en RD; Dieguito en DT y Bruno Alonso en libre. Chus Monteagudo y Ángel Bastos fueron campeones en solitario en Sk y St respectivamente. Sólo hubo que lamentar la caída de un chico que se dio un golpe en la cabeza y tuvo que ser trasladado por la ambulancia, aunque no reviste mayor gravedad.

Participantes y familia

Entre los participantes había personas de distintas edades y con distintas motivaciones para subirse a la carrilana. Entre ellos destacaba una familia de tres miembros en la que todos participan de la afición por la bajada de carros. Sergio Martínez, el padre, lleva tres años compitiendo y un sinfín de pruebas realizadas a su espalda, quedando cuarto en el campeonato de España del año pasado en la categoría de RX. "A él lo que le echen", decía su mujer. Ella, Chus Monteagudo, compitió ayer frente a su marido, una vez más, aunque "al ser en categorías diferentes no hay mucha competitividad", explicaba entre risas.

Chus, haciendo alarde de su valentía, compite en Skeleton, modalidad que la obliga a descender acostada sobre una tabla de tres ruedas. "Yo no tengo miedo, para algo tenemos el freno", comentaba. Ayer, de hecho, fue la única participante de esta categoría. La tercera en discordia es su hija Yessica, que sufrió una pequeña caída en la Bajada de Carrilanas de Coruxo del mes pasado y ayer no pudo enfrentarse a sus padres aunque allí estuvo sin perderlos de vista. Lo que si quiso aclarar la familia, es que lo que para algunos se conoce como "Autos Locos", para ellos es un deporte: "No somos nada de eso, esto es un deporte y estamos federados, nos molesta muchos que nos llamen así", decía Chus. Pese a todo, la familia Martínez Monteagudo vive esta pasión con orgullo y, sobre todo, con mucha alegría.