La calle de Príncipe se convirtió por segundo año consecutivo en una peluquería improvisada para hombres. Hasta 60 peluqueros procedentes de todos los rincones de Galicia (y alguno de fuera de ella) se dieron cita para secundar una nueva edición de "Barberos Solidarios", una iniciativa que tiene como objetivo recaudar fondos para la Asociación Española contra el Cáncer.

Desde las cuatro de la tarde y hasta pasadas las ocho y media, los peluqueros y peluqueras procedentes de Ponteareas, Boiro, Ourense o Lugo, afeitaron barbas y cortaron melenas. Con unos precios más que competentes, la gente se animó a ponerse en manos de los barberos y durante toda la tarde hubo sesiones continuas de peluquería. Siete euros valía el servicio de corte, afeitado o arreglo y diez euros con regalo de un producto de cosmética. Además, durante toda la tarde, se realizaron distintos sorteos de productos de belleza entre todos los hombres, chicos y niños que acudieron a la carpa dispuesta junto al Sireno de Príncipe para poner a punto su barba y apoyar una buena causa.

El año pasado, el evento lo organizó, a título personal, el que ahora es el Presidente de la Asociación de Peluquería y Estética de Pontevedra, Marcos Atrio. En aquella edición lograron recaudar 1.300 euros para luchar contra el cáncer gracias a unos 30 peluqueros que colaboraron con la causa. Este año, con muchos más peluqueros trabajando y casi el doble de espacio para poder dedicarle a la causa, la organización esperaba superar con creces esas cifras. Además del trabajo de los barberos, la propuesta contó con música y animación, llamando la atención de los viandantes de la calle que vieron las barbas a remojar.

Tal como fue transcurriendo la tarde, tanto Atrio como todo su equipo se mostraron más que contentos con la acogida que hubo entre la gente de la ciudad y con la cantidad de personas que se acercaron a la carpa. Cierto es, como aseguraban varios de los peluqueros que participaron, que el "boom de las barbas" que hay actualmente y que tan de moda está entre los jóvenes y no tan jóvenes, también ayuda a que iniciativas como estas salgan adelante. "La moda de las barbas anima a la gente a venir, si normalmente no se la arreglan, hoy aprovechan y se dan el gusto", decía una de las peluqueras.

Sólo hay un pero en esta iniciativa tan solidaria y es que las mujeres tuvieron que conformarse con ver cómo arreglaban el pelo a sus hijos, hermanos o maridos, ya que los clientes sólo podían ser hombres. Por ello, Marcos Atrio confirmó que ya están pensando en un evento diferente, aunque igualmente con fines solidarios, en el que las mujeres sean las protagonistas.