En apenas tres semanas -el 15 de octubre- se cumplirá un año de la "Operación Cuarzo" en A Pedra, la macrorredada contra la venta de ropa falsificada que se saldó con 20.000 prendas confiscadas, 65 imputados y 40 puestos precintados por orden del juzgado. La fecha marca un antes y un después trágico en la historia del mercado. Durante meses ninguno de los locales pudo levantar el precinto y A Pedra se sumió en una parálisis y agonía que aún duran hoy, a pesar de que desde agosto tienen permiso para abrir sus puertas casi una decena y media de negocios. "Al mercado le han hecho un daño injustificado y desproporcionado", lamenta su gerente, Anxo Méndez. El miércoles el colectivo recibió la noticia de que la magistrada ha archivado la causa contra 10 comerciantes, a los que se acusaba de delitos contra la propiedad industrial. Méndez confía en que no sean los únicos.

-¿Cuál es la situación del mercado de A Pedra hoy, casi un año después de la macrorredada?

-Ha sido un año de padecimiento que se ha empezado a reconducir en los últimos meses, primero con la reapertura de las zonas comunes del mercado, después con las aperturas individuales y ahora con esta última noticia de la desimputación de diez comerciantes, que esperemos no sean los únicos. Confiamos en que haya más. A todo el proceso se le llama 'contra A Pedra', pero insistimos en que del mercado había 38 imputados. El resto de imputados no tienen relación ninguna con el mercado. No tienen ni puesto, ni concesión, ni relación familiar? Ni de ningún tipo con los comerciantes de A Pedra. Nos preocupa un poco que se vea todo como una única unidad, que todo es lo mismo, porque no lo es.

-¿Cree que habrá más comerciantes desimputados?

-Sin duda porque los puestos del mercado de A Pedra eran tan pequeños que en el peor de los casos lo que se sustanciará será con una sanción y poco más. El delito de blanqueo de capitales se ha quedado en nada. Todos los comerciantes han tenido que acreditar de dónde han sacado sus ingresos, cómo los han ganado, las propiedades que tienen? Lo han tenido que justificar todo. Todos los comerciantes están en la misma situación; tenían más o menos lo mismo y están en la misma circunstancia, con lo que es muy previsible que el resto acabe en la misma situación.

-¿Cree que el cierre preventivo ha sido desproporcionado?

-Al final toda esa amargura y todo ese período de tiempo comercialmente perdido... ¿Para qué? Para nada. Para no obtener ningún resultado en el mercado de A Pedra. No hablo de fuera. Si hay mayoristas o traficantes o lo que sea imputados o detenidos, me alegro mucho; pero lo que es en el mercado lo que han hecho es un daño injustificado y sobre todo -que es lo que nos llama la atención- con desproporción. El costo que ha tenido la operación para el resultado que se ha obtenido en el mercado de A Pedra nos parece de una desproporción absoluta. Eso sumado a la desproporción que supone decretar el cierre de la mayoría de los locales cuando algunos estaban vacíos o con mercancía justificada.

-¿Cuál cree que es la razón?

-A Pedra tiene un histórico de intervenciones policiales muy grande. Que yo recuerde y en los que digamos haya participado o asistido: 2006, 2007, 2010 y 2014. Condenas de momento creo que hay cero. Y los que están condenados son personas que tienen almacenes que nada tienen que ver con A Pedra y sus comerciantes. En primavera asistimos a un congreso del servicio de vigilancia aduanera con la responsable de Aduanas presumiendo de que hacía un congreso en Vigo por la actuación de A Pedra; yo no sé si va a hacer algo igual para salvarle la cara un poco al mercado. Este proceso ha llevado a la jubilación anticipada a 11 comerciantes y creado una situación durísima, no solo por la falta de vendedores y los ingresos que generan, sino por el descrédito comercial que ha sufrido A Pedra.

-¿Cuándo cree que podrá retomar la normalidad el mercado?

-Seguimos manteniendo las navidades. Mi objetivo ahora es conseguir el mayor número de comerciantes de los que están desimputados y tienen los puestos desprecintados para que se pongan a trabajar nuevamente. Lo que ocurre es que esta es una época de baja actividad. Digamos que entre octubre y noviembre es la época en la que se cogen las vacaciones. Pero mi objetivo es que a partir del puente de la Inmaculada, o incluso antes, podamos tener ya un grupo potente de comerciantes, unos 20, como poco, que estén funcionando y vuelvan a reabrir el mercado.

-Hace unos meses hablaban de reorientar el enfoque del mercado, centrarse en productos gourmet, venta de merchandising

-Todavía está sin decidir por lo que comentaba. La desimputación ha puesto a los comerciantes en una situación alternativa, de plantearse por qué tienen que dejar de vender lo que tenían si están desimputados, si no se ha podido probar que cometan delito ninguno y que la mercancía que tenían no era ilegal? Aunque esa posibilidad no está descartada. Abrimos un período en lo que queda de septiembre y un poco de octubre para decidir claramente si hacemos un cambio o seguimos como estábamos.