Los hoteles de Vigo cierran el verano más dulce y jugoso de los últimos años. Un julio inesperadamente concurrido, un agosto que cumplió con las mejores expectativas y un septiembre que no defraudó -aunque con la "rémora" del temporal de la semana pasada- ha permitido a los alojamientos lograr una buena caja e incluso compensar el mal arranque de año. "Ha sido un verano excepcional; hay negocios que lograrán un resultado positivo gracias a estos meses tras tres o cuatro años de números rojos", anota el presidente de la asociación provincial de empresarios del hospedaje (Asehospo) y de la federación de hosteleros (Feprohos), César Sánchez-Ballesteros.
El buen balance permitió al gremio contratar a más refuerzos de los previstos y elevar ligeramente sus tarifas, que han sufrido un desplome acuciado desde el inicio de la crisis. Una de las razones que animó al turismo este verano fueron, de hecho, los precios que ofrecen los hoteles, muy por debajo de los que maneja el sur de España. "Somos un destino rentable", confirma Sánchez-Ballesteros, antes de apuntar un "incremento" del turismo nacional. El atractivo de los hoteles de Vigo lo acreditó en primavera la web Trivago al situarlos como los más económicos de España.
El buen resultado del verano lo corrobora el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según sus últimas tablas, entre julio y agosto los alojamientos de Vigo acogieron a 84.729 viajeros a los que despachó 197.981 pernoctaciones. Los resultados mejoran de forma notable los del mismo período de 2014 -cuando se registraron 3.333 turistas y 18.968 noches menos- y confirman las buenas sensaciones de los hosteleros. El dato de pernoctaciones es el más elevado desde al menos 2005, el primer año que documenta el INE en su webweb. En cuanto a viajeros, hay que remontarse a 2007 para encontrar unos meses de julio y agosto con mejores cifras.
Los resultados de agosto destacan de forma especial. Aunque el número de turistas que visitaron Vigo durante ese mes fue algo inferior al de 2014, el dato de pernoctaciones -el más importante, ya que los clientes pagan por el número de noches de su estancia-, 111.143, es el más elevado de la última década. Hace solo seis años, en 2009, los alojamientos de la ciudad comercializaron durante ese mes 20.164 pernoctaciones menos.
Ola de calor y citas clave
El gremio relaciona el buen resultado con la ola de calor que sacudió durante julio y agosto al centro y sur de la península, lo que animó a muchos turistas a refugiarse en las Rías Baixas. A ese factor se suma la paulatina recuperación del viajero portugués -importante para el sector gallego- y las citas claves que se celebraron en agosto, como el festival del deporte y la cultura urbana O Marisquiño. Durante las tres jornadas que duró la cita los hoteles del centro de la ciudad colgaron el cartel de completo.
