La cabina del primer elevador urbano de Vigo ya está instalada sobre el raíl para salvar la fuerte pendiente entre Menéndez Pelayo y Camelias a través de la calle Juan Ramón Jiménez. Los operarios de la empresa a la que el Concello adjudicó la obra por 490.000 euros colocaron ayer con la ayuda de una gran grúa la estructura, que dentro de cuatro días entra en fase de pruebas. En el plazo de diez, según las previsiones del gobierno local, se inaugurará el elevador. La actuación incluye también el acondicionamiento del entorno con la creación de una plazoleta y la instalación de mobiliario urbano e iluminación, incluido un pasillo con lámparas led en el pavimento.
El ascensor de Camelias, acristalado y con la estructura en color rojo, tiene una imagen similar a la de las escaleras de la Porta do Sol. Se trata de la segunda obra del "Vigo Vertical", el plan del gobierno local para salvar algunas de las grandes cuestas de la ciudad en zonas muy habitadas y transitadas. Los trabajos fueron contratados en enero, el mismo mes en que empezaron a funcionar las escaleras de Porta do Sol, la primera actuación del citado proyecto para facilitar la movilidad. A estas, que permiten salvar parte de la cuesta del callejón de la II República, le falta todavía una segunda fase hasta conectar con el Paseo de Granada, pendiente de la autorización de Patrimonio de la Xunta.
Las obras del elevador inclinado requirieron un importante desmonte para acondicionar el terreno. Siete meses después de arrancar llegan a la recta final con la colocación de la cabina, construida en Vigo y que tiene capacidad para transportar a 25 personas en cada trayecto. El raíl recorre una distancia de 32 metros, con una parada intermedia para el acceso a unas locales de la zona, y salva una altura de veinte.
El "Vigo Vertical" establece otras seis rutas en el casco urbano para instalar medios mecánicos con los que salvar pendientes. Entre ellas figuran varias en el Casco Vello, otra desde Serafín Avendaño a la Estación del AVE, una por García Barbón a través de la Praza de Portugal y una por Ecuador y Venezuela. El elevador urbano cubre un tramo del eje para comunicar el Auditorio Mar de Vigo e Hispanidad con medios mecánicos a largo plazo.
