Tras cuatro décadas destinado a usos sanitarios, el Centro de Especialidades de Coia cerró esta semana sus puertas a los pacientes. En la reordenación a la que se está sometiendo el área sanitaria con la apertura del nuevo hospital, todas las unidades con las que contaba este ambulatorio ya han sido trasladadas y el Sergas devolverá ahora el edifico a su propietario, la Tesorería General de la Seguridad Social.

La última unidad en abandonar el centro fue la de Fisioterapia -tres médicos y una enfermera-, que ayer comenzó en el Anexo II del Xeral. Prestará el mismo servicio que en Coia, donde atendía unos 50 pacientes diario con tratamientos como cinesiterapia, hidroterapia o termoterapia.

Rehabilitación estará divido en el Cunqueiro -para ingresados y atención temprana-, el Xeral, Nicolás Peña y Meixoeiro -en los tres, para ambulatorios-. En este último, tras una reforma, se ubicará el "gran centro rehabilitador del área", según expone su jefe, Javier Juan García, en un comunicado del Sergas. Explica que dispondrán de nueva tecnología para "incorporar innovadoras terapias" con "alto grado de especialización en patologías concretas como rehabilitación cardíaca o de suelo pélvico". Se incorporarán ondas de choque, electromiografía de superficie y análisis de marcha con videocámaras.