La actividad del aeropuerto de Vigo se convirtió ayer en la principal víctima de los fuertes vientos generados por la primera ciclogénesis del año, Henri. En una hora fueron cancelados cuatro vuelos a causa de la velocidad de las rachas, que alcanzaron hasta los 75 km/h y ya durante la madrugada habían provocado un reguero de incidencias, con más de cincuenta intervenciones de la Policía Local y de los bomberos, la mayoría relacionadas con el desprendimiento de árboles, tejados y fachadas.
Henri comenzó a soplar con fuerza en Peinador entre las 8.00 y las 9.00 horas, cuando se esperaba la llegada del avión de Air Nostrum procedente de Bilbao. Pero éste ni siquiera llegó a despegar de la terminal vasca. Y el vuelo de Madrid de Air Europa intentó tomar tierra en Vigo pero al final renunció y se regresó a Barajas. En consecuencia, las dos salidas de estos aviones también fueron canceladas. En el interior de la terminal viguesa los pasajeros afectados se agolpaban en las oficinas de las aerolíneas exigiendo su reubicación en otros vuelos. Sin embargo, algunos tuvieron que esperar varias horas la entrada de una avión con plazas libres, debido a que Lavacolla tampoco era una opción al haber sufrido también el mal tiempo. De hecho la terminal de Santiago perdió el avión de Bilbao, que finalmente acabó desviado a Madrid.
Casi al mismo tiempo que se producían estas incidencias aeroportuarias se confirmaba que el fuerte temporal había obligado al pequeño crucero alemán Berlin a anular su escala en Vigo.
De sus intervenciones durante la madrugada, la Policía destacó, además, la retirada de la cubierta de chapas de uralita que el viento desprendió de una fábrica conservera y frigorífica abandonada en el número 35 de Marqués de Valterra; y el incendio, sofocado por los bomberos, de un transformador en el aparcamiento de la plaza de O Berbés.
