Cerca de cuatrocientos ciclistas participaron ayer en la I BTT Diego Somos todos, una larga "pedaleada" de 30 kilómetros por los montes de Gondomar con dos objetivos claros: recordar el primer aniversario del accidente de Diego González, el ciclista que hace un año padeció una grave lesión medular al chocar contra una roca mientras descendía por el Monte Alba -roca que, según la investigación judicial, se colocó "expresamente" para entorpecer el paso de los bikers-; y exigir que se acabe de una vez por todas con las trampas en los montes, que ponen en serio riesgo a los deportistas que los disfrutan.

La ruta la organizaron la plataforma Diego Somos Todos y el Club Ciclista Val Miñor, en colaboración con diferentes entidades. A pesar de la fuerte lluvia con que amaneció la jornada, los ciclistas partieron por la mañana del campo de fútbol de Santa Eulalia, en Gondomar, para cubrir un recorrido de cerca de 30 kilómetros por diferentes parroquias del municipio. Una vez finalizada, sobre la una de la tarde, los participantes pudieron ducharse y disfrutar de una comida. Desde la organización se remarca el carácter "reivindicativo" de la cita, que busca acabar con las trampas en los montes. "Queremos que no se olvide lo que ocurrió y que la gente se conciencie para que no vuelva a producirse", apunta Inés Ozores, una de las organizadoras de la ruta. A la marcha estaban anotados en un inicio más de medio millar de ciclistas. Desde la organización agradecen la ayuda de todas las entidades y personas que colaboraron. Entre los asistentes destacan el propio Diego, quien acudió al inicio; o el alcalde de Gondomar, Paco Ferreira.

El accidente que ayer se recordaba se produjo el 3 de septiembre del año pasado, cuando Diego González, un vigués que entonces tenía 38 años, impactó contra una roca situada en medio de la ruta que estaba realizando con su bicicleta. A raíz de la caída el deportista sufrió graves lesiones en la espalda. Poco después, su entorno y ciclistas crearon una plataforma para exigir el fin de las trampas. El caso está ahora en el juzgado y hay cuatro miembros de la comunidad de Montes de Valadares imputados.