"La apertura precipitada, sin necesidad, con el consiguiente traslado de enfermos, cuando se sabe del peligro de obras en hospitales infecciones, es semejante a poner a jugar a alguien a la ruleta rusa cuando no había -y esto es lo que nos parece indignante- necesidad alguna". Este es uno de los argumento expuestos por el sindicato médico CESM-Galicia en la denuncia que ayer presentó ante la Fiscalía de Vigo para que investigue la puesta en marcha del nuevo hospital. Para ello, solicita al ministerio público que cite a la conselleira de Sanidade "como máxima responsable" del proceso, al gerente del área sanitaria y a los responsables de la supervisión de las obras. Considera que, entre otras cuestiones, la Administración ha podido incurrir en un delito de homicidio imprudente en el caso de la mujer fallecida a la que se le detectó aspergillus.

El sindicato pone en duda que puedan garantizarse las condiciones de bioseguridad en un hospital en obras y cita las recomendaciones de la Sociedad Española de Medicina Preventiva para exponer que "es un hecho demostrado que el polvo y escombros que se generan en un proceso de construcción o demodelación que tenga lugar en las proximidades del establecimiento puede ser vehículo de transmisión de microorganismos oportunistas".

Sostiene que "resulta temeraria la apertura precipitada de cualquier hospital antes de su completa finalización, con precariedad de medios y sin las debidas garantías" y considera que "no pasaba nada por retrasar" la puesta en marcha "unos meses hasta que las obras finalizasen en su totalidad".

Lamentan que si el Sergas considera "contratiempos normales en un una obra nueva" la "avalancha de desastres acontecidos" en la infraestructura del nuevo hospital -como "la caída de techos, inundaciones por rotura de tuberías"... con las que "se disparan más las posibilidades de contagio-, no se hubiera "probado todo al terminarlo y antes de trasladar al enfermo". Entienden que se ha realizado por "urgencia política" y de la concesionaria.

Apuntan a la Consellería de Sanidade como responsable de este proceso y la acusan de no haber "tutelado ni garantizado la salud pública". De los hechos acontecidos, los servicios jurídicos del sindicato entienden que se pueden desprender "multitud de tipos delictivos" y, entre ellos, señalan un posible "homicidio imprudente" en el caso de la mujer fallecida en el Álvaro Cunqueiro, que padecía una grave dolencia hepática y a la que se le detectó aspergillus en su organismo.

Junta de personal

Por su parte, la junta de personal del Chuvi -de la que también forma parte CESM- confirmó ayer de forma oficial su voluntad de presentar esta semana una denuncia conjunta ante la Fiscalía. En la reunión extraordinaria celebrada acordaron pedir el cese de la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, y el gerente del área, Félix Rubial.