El parque de Castrelos acogió ayer una nueva convocatoria de la Fiesta del Mejillón. Durante cinco horas se repartieron diferentes especialidades de este molusco, aunque la versión estrella fue al vapor.

Las colas para conseguir un plato de este producto, tanto en su versión clásica como en empanada y salpicón, serpenteaban el parque. Pero a las decenas de asistentes parecía no molestarles la espera. "Por un plato de mejillones bien merece la pena", asegura Miguel Martínez mientras aguarda su turno. Viene por primera vez pero confía en degustar un buen molusco: "El mejillón siempre está bueno". Cada ración se vendió por tres euros.

Desde las diez y media de la mañana y hasta las cuatro de la tarde los asistentes disfrutaron también de música tradicional y otras actividades. Algunos de los comensales más fieles a la fiesta, como la pareja formada por Rosa Durán y Carlos García, afirman que cada año vienen atraídos por la buena calidad de los mejillones pero también por el ambiente festivo.

La organización otorgó el Mejillón de Oro a la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva.