"He matado a mi novia". Con estas palabras confesó la muerte de Divina Mendes su pareja sentimental. Ambos habían convivido durante un tiempo pero hace semanas que la mujer había puesto fin a la convivencia, aunque tal vez no a la relación sentimental.

Todo apunta que ayer por la tarde el hombre acudió a casa de su novia. Ambos mantuvieron un encuentro normal, si bien en un momento dado comenzaron a discutir en el dormitorio de la víctima. En principio todo indica que se trata de un ataque de celos del hombre, que había comenzado a golpearla. La situación se le fue de las manos y Divina perdió la vida a consecuencia de los golpes recibidos, la mayoría de ellos en la cabeza.

El presunto homicida abandonó el lugar del crimen sobre las 20:30 horas de ayer. Tras deambular con su furgoneta por Vigo, sobre las 22:00 horas de la noche se presentó en la comisaría de López Mora. No se había cambiado de ropa y tenía restos de sangre. Los agentes a los que comunicó la muerte de Divina pusieron en marcha un protocolo especial. Apenas un minuto después llegaba al domicilio de López de Neira la primera patrulla policial que se encontraba muy cerca.

Los policías llamaron al telefonillo hasta que un vecino les abrió y después forzaron la puerta de la vivienda. En el recibidor había ya un reguero de sangre, tal vez el rastro que dejó el agresor, y que conducía al dormitorio. Allí en el suelo y sobre un gran charco de sangra yacía la víctima ya sin vida. Los servicios sanitarios sólo pudieron certificar su defunción.

Aunque no hay denuncias previas por malos tratos, los vecinos apuntan que las riñas entre la pareja eran frecuentes. Cuando la Policía estaba dentro del domicilio llegó el hijo de la víctima, un joven mayor de edad. Familiares y amigos de Divina acudieron ayer por la mañana al juzgado de Violencia contra la Mujer de Vigo, donde en las próximas horas declarará el detenido.