Tres acusados afrontan 2 años de prisión, así como multas y el pago de indemnizaciones, por un altercado que hubo en las inmediaciones del estadio de Balaídos el 10 de marzo de 2013, cuando en la zona se había desplegado un dispositivo de seguridad por parte de la Policía con motivo del partido que disputaron ese día el Celta y el Real Madrid. Cinco agentes resultaron lesionados.

Todo empezó cuando uno de los acusados, S.S.M., empezó a insultar a viandantes y aficionados, según relata la Fiscalía, lo que motivó que los policías procediesen a su identificación. Pero el hombre se escapó y, cuando fue interceptado, empezó a agitar a la gente que había a su alrededor para que evitaran su arresto, lo que motivó un altercado que, prosigue el Ministerio Público, derivó en que los agentes fuesen insultados y agredidos "con piedras, botellas y otros objetos" por parte de personas desconocidas. Dos jóvenes que estaban allí, D.V.V. y C.F.C., supuestamente lesionaron a policías que estaban en el operativo. A uno lo llegaron a golpear con una mesa.