Si hay alguien que sabe de barreras pero también de como superarlas son los seis enfermos con parálisis cerebral que participan en una ruta del Camino de Santiago en tándems y bicicletas especiales.

Gerardo, Maxi, Varela, Isabel, Ana y Antonio son los seis aventureros que se unen al equipo del sargento Javier Pitillas y los cuales recorrerán a lo largo de 17 días los 70 kilómetros pertenecientes al camino de la Plata que separan Vigo de Santiago de Compostela. Oscilan entre los 62 y los 15 años, pero sus ganas e impaciencia no distinguen ni entienden de edades.

Javier Pitillas, uno de los organizadores de este "Discamino de Santiago", como les gusta a ellos llamarlo, reconoce también sentir una motivación especial ante el comienzo de una ruta que llevaban tiempo esperando. "Con este ya es el cuarto viaje que realizo con los chicos. Para ellos supone algo increíble, están acostumbrados a estar en movimientos 2 o 3 horas al día, y de repente van a estar las 24 horas haciendo cosas", comenta Javier Pitillas horas antes de arrancar.

Por si las piernas flaquean y el cansancio acecha, junto a los tres monitores viajan también dos furgonetas de apoyo cedidas por sus patrocinadores. Los viajes se realizan en dos tandas y los que en un momento pedaleen luego les tocará descansar. Todas las personas con parálisis cerebrales irán acompañadas en el tándem por uno de los monitores, evitando así cualquier contratiempo.

Uno de los casos más singulares es el de Antonio. Tiene 15 años y viene de Córdoba junto a su padre para participar en esta ruta.

Isabel González también viene de fuera, de Asturias concretamente. Siempre fue una gran deportista y amante de la aventura, por lo que este viaje supone un reto muy especial para ella. "Me encantaba viajar en bicicleta, hice miles de rutas por todo el mundo y ahora esto es lo más parecido que tengo a lo que vivía antes. Estoy bastante nerviosa, pero al gustarme tanto prometo no cansarme y aguantar bien. Lo más importante es sentirme útil", comenta Isabel González.

Pedro Macías también participa en el viaje como monitor. Javier Pitillas lo metió en este mundillo y ahora se niega a salir. "Con ellos me siento feliz, hay un buen ambiente y un buen rollo increíble. Su agradecimiento no tiene precio", comenta Pedro Macías.

El próximo reto: la vuelta a España, por supuestos en bicicleta.