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Los radares de San Miguel de Oia asumirían el control marítimo de Finisterre en caso de avería

Los 360 metros de altitud del monte adonde se trasladarán los equipos de Toralla duplicarán su actual alcance - Pendiente aún de permisos, el montaje podría finalizar en diciembre

Panorámica de las rías desde la zona de San Miguel de Oia que acogerá la estación de Salvamento. // FdV

La reordenación de los sistemas de observación marítima y de comunicaciones proyectada por el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo (CCS) de Vigo situará el servicio que se presta desde la Estación Marítima al mismo nivel técnico que el de Finisterre, el de mayor ámbito de Galicia. Con la reubicación de los equipos que ahora funcionan en la terraza del edificio de Toralla en una zona de monte comunal de San Miguel de Oia que se encuentra a 360 metros de altitud sobre el nivel del mar, los radares duplicarán su alcance y hasta se solaparán con los del monte Enxa, en Porto do Son, donde oopera el entramado de antenas del centro de Salvamento de Finisterre. De esta manera, en caso de sufrir fallos o averías alguno de los radares del Norte, los equipos de Vigo relevarían a los de Finisterre para garantizar la vigilancia y seguridad en las aguas de la costa atlántica gallega.

"Tenemos el mismo sistema que Finisterre", recalca José María Suárez-Llanos, jefe de Salvamento en Vigo. Pero este centro todavía no ha podido sacarle todo el rendimiento a esa moderna tecnología que ganó con la renovación aplicada hace apenas tres años tras una inversión de 2,3 millones de euros del Ministerio de Fomento. La elección de instalar los equipos sobre el edificio de Toralla hasta acabó siendo problemática y de hecho en estos momentos están desactivados o "en parada técnica", como precisa Suárez-Llanos. Así que hace dos años, los máximos responsables de Sasemar decidieron retomar un planteamiento surgido en 2008, el de fijar la denominada "Estación Remota"en montes de Vigo, que los comuneros con los que entonces se contactó, como los de San Miguel de Oia, desconocen por qué quedó aparcado.

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Desde la zona que acogerá los sofisticados equipos que sirven a Salvamento para vigilar el tráfico en las rías y coordinar las intervenciones en accidentes se intuyen las razones por las que fue elegida. Esta atalaya natural ofrece una panorámica espectacular de toda la Ría de Vigo y hasta de la de Pontevedra, con un ángulo de visión que abarca desde Cabo Silleiro (Baiona) hasta el puente de Rande. "A esta altura no hay obstáculos así que los radares ganan mayor alcance y el procesamiento de datos es más completo", explica Suárez-Llanos.

La estación de Salvamento en Oia ocupará una parcela de 400 metros cuadrados con una franja de seguridad alrededor de 25. En total, la extensión sobre terreno comunal rondará los 5.000 m2. Aquí se montarán los mismos equipos que hay instalados en el edificio de Toralla. Ni uno más y ni uno menos. "La inversión se aprovecha íntegramente. El único gasto es el del traslado, pero es asumible", añade el jefe de Salvamento.

La torre que presidirá la estación alcanzará los 39 metros de alto. Las condiciones orográficas del terreno y su desnivel respecto a la cota más alta de la montaña también ayudan a camuflar el posible impacto paisajístico que suele reprocharse a este tipo de estructuras. Al menos visto desde la costa será difícil distinguirlo en medio del monte. No obstante, la Xunta todavía tiene que dar el permiso y el Concello de Vigo autorizar la obra. El responsable del CCS confía en que el complejo entre en servicio antes de Navidades.

Como adelantó ayer este periódico, el traslado de los radares a esa parcela de monte de San Miguel de Oia, además de redundar en una mejora sustancial de la vigilancia en las aguas controladas por Salvamento de Vigo, también persigue extender sus competencias en cuanto a emergencias. Las surgidas en la Ría de Pontevedra -pese a que el tráfico marítimo en esta bahía se vigila desde Vigo- pertenecen a la jurisdicción del CCS de Finisterre. Suárez-Llanos admite que éste es el objetivo pero se muestra prudente: "De momento está muy verde".

La reubicación implica la retirada de una antena en el Bahía pero conserva la de Ons

  • El traslado de Toralla a San Miguel de Oia de los radares y antenas de Salvamento Marítimo implicará a su vez la retirada de otros equipos de función complementaria instalados en su día precisamente por la deficitaria cobertura que ofrece la ubicación en la isla de Canido. Como el "radioenlace" del hotel Bahía, un mecanismo encargado de redirigir la señal que envían los radares de Toralla ante la imposibilidad de llegar limpia por sí sola, por obstáculos físicos, a la sede del CCS en la Estación Marítima. Con la posición de las antenas a esa altura del monte ya no será necesario ese dispositivo montado en el hotel al hallarse el centro de A Laxe dentro del campo de visión de la estación ubicada en el monte comunal.Para cuando esta estación entre en funcionamiento, los ojos y oídos de los controladores del tráfico marítimo dispondrán solo de un complemento técnico más ubicado fuera de la ciudad olívica. En concreto, en la isla de Ons. En este archipiélago a la entrada de la Ría de Pontevedra, Salvamento de Vigo cuenta con una estación de radio para facilitar la cobertura de las comunicaciones con los barcos en esta zona y sus alrededores.Entre el equipamiento que se reubicará en San Miguel de Oia destaca por sus relevantes prestaciones el radiogoniómetro. Esta antena permite conocer la dirección de llegada de la señal emitida por una radiobaliza de manera que los controladores puedan averiguar la posición exacta del buque en apuros.A este mecanismo se suman los dos radares Atlas. De banda S y X, su alcance llega a las 25 millas aunque casi podría "duplicarse", según estimaciones de Suárez-Llanos, con su traslado a San Miguel. En esta estación también habrá 4 equipos de radio VHF banda marina y otro de banda aérea.

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