Una caravana de 45 universitarios de toda España recorre el archipiélago canario desde finales de julio con la misión de dejar allí su "huella positiva" a través de la colaboración en proyectos ambientales, sociales y culturales. La viguesa Isabel Vázquez, de 20 años, forma parte de la quinta edición de Ruta Siete, una iniciativa de la Universidad de Las Palmas y su fundación que terminará el próximo martes tras 35 días de "innovación social". "Somos un grupo heterogéneo pero a todos nos une el deseo de cambiar el mundo. La juventud tiene mucho que decir", reivindica esta estudiante de Biotecnología en Salamanca y atleta en la modalidad de heptatlón.
Los expedicionarios han limpiado espacios naturales, acompañado a varias ONG en actividades de integración social y participado en el trabajo diario de las granjas y explotaciones agrícolas locales. El objetivo es potenciar en ellos valores como la solidaridad, la justicia social o la sostenibilidad y ayudarles a transformar el mundo.
"Es una suerte conocer todas las islas, también hemos estado en La Graciosa, y la experiencia me está encantando. Los monitores son ruteros de otras ediciones y se portan muy bien. Ha superado mis expectativas y noto un cambio en la forma de ver las cosas. Estamos en un momento de la vida en la que todavía no tenemos claro qué vamos a hacer y me está marcando", celebra.
Isabel siempre pasa una parte de sus vacaciones en campamentos de trabajo y voluntariado de otros países y, cuando conoció Ruta Siete, decidió solicitar una plaza. Los primeros 100 finalistas fueron seleccionados a partir de un vídeo en el que debían explicar qué podían aportar al programa.
"Buscan un grupo heterogéneo en el que cada uno tenga algo particular y distinto que aportar. Yo les expliqué que el deporte era uno de los grandes pilares de mi vida y que gracias al atletismo y a mi experiencia en los laboratorios de la facultad sé trabajar en equipo. También tengo mucha energía y ganas de hacer cosas. Aquí nos levantamos a las 6 de la mañana ¡y soy de las primeras!", comenta entre risas esta expupila del atleta vigués David Gómez.
Superado el primer filtro, los aspirantes viajaron un fin de semana a Gran Canaria para enfrentarse a diferentes pruebas de campo y demostrar su capacidad de colaborar y de superar el estrés: "Fue como una ruta condensada en 2 días", explica.
Entre las múltiples actividades en las que ha participado, desde ordeñar cabras a visitar residencias de ancianos, la viguesa se queda con una excursión con niños que padecen movilidad reducida. "Acompañamos a la ONG Senderos sin fronteras, que utiliza unas sillas especiales, y me encantaron las sonrisas que nos regalaban los críos por darles esa oportunidad. Muchas veces nos comparamos con la gente que tiene más cosas cuando deberíamos estar agradecidos por lo que tenemos", reflexiona.
Isabel destaca la importancia de iniciativas como ésta: "Antes de venir nos dijeron que había muchos jóvenes que pensaban lo mismo que nosotros pero que estaban desperdigados y no tienen esta oportunidad. El proyecto nos da un altavoz para decir lo que pensamos. Somos como ladrillos dispersos que al juntarse forman el puente".
Nada que ver con la imagen del botellón y la fiesta. "La gente se deja llevar por estereotipos pero no creo ni que la mayoría de los jóvenes sean así. Hoy estamos equipados con nuevas tecnologías y muy puestos en el mundo. Solo tenemos que utilizar toda la información disponible", plantea.
Para ella, el cambio más urgente pasa por pensar en la comunidad en lugar de "intentar destacar por encima de los demás". "Hay que pensar si sería sostenible que todos hiciésemos algo como tirar un papel. Es necesario pensar de forma global", sostiene.
Todavía le quedan 2 años de carrera, pero su plan de futuro a día de hoy pasa por las Naciones Unidas: "Me gustaría alistarme y trabajar a tiempo completo en proyectos para canalizar agua en poblados, enseñar español o combatir enfermedades. Biotecnología es una carrera general que se puede orientar hacia los temas biosanitarios y ahora mismo me parece una buena opción".
Sus proyectos más inmediatos pasan, sin embargo, por visitar Vigo antes del inicio del curso para empezar la pretemporada junto a sus amigos del Club Celta en la playa de Samil.
