Un mes después de la celebración del pleno constitutivo de la Diputación, los portavoces del grupo provincial del PP, Nidia Arévalo y Ángel Moldes, ofrecieron ayer una rueda de prensa para explicar sus objetivos en la oposición, de la que formará parte el expresidente Rafael Louzán a pesar de que el pasado mayo había avanzado que dejaría de ser diputado si se cristalizaba el pacto entre el BNG y PSOE.

"De momento, el presidente forma parte del equipo de trabajo del grupo provincial", señaló Arévalo, que también desveló que fueron sus compañeros los que le pidieron que continuase, entre otras razones, para aprovechar su gran experiencia en la administración provincial "en los últimos diez años".

La diputada se mostró "encantada" de que el expresidente "tomase la decisión de quedar en el partido" y recordó que el propio Louzán matizó que, de producirse su salida, no sería antes de las próximas elecciones generales.

Los portavoces del PP provincial avanzaron que realizarán una oposición "constructiva, para aportar y escuchar," pero también advirtieron que llevarán a cabo "una labor fiscalizadora". "Sin olvidar que somos el grupo mayoritario", señalaron.

También se refirieron a las quejas del gobierno presidido por Carmela Silva, quien denunció que en el último mes de su mandato Louzán dejó sin recursos los diferentes planes que tenía en marcha el ejecutivo. Arévalo sostuvo que el PP gestionaba "una Diputación solvente" que ofrecía "prestaciones y servicios y que invertía sin diferencias ni discriminaciones de colores políticos y siempre con austeridad y el rigor. En este sentido, criticó "el amplio gasto" que supone la contratación de 15 asesores y pidió a Silva que se deje de "demagogias".