Las glorietas se han consolidado como una solución redonda para mejorar la fluidez del tráfico en el casco urbano. Y su multiplicación es un claro ejemplo del éxito. Multitud de cruces de la ciudad se han olvidado de los semáforos y en su lugar una rotonda se ha puesto al mando para regular la circulación. Pero la forma en la que se deben trazar no está todavía muy clara para muchos conductores. O al menos esto es lo que se deduce de las estadísticas de siniestralidad que maneja la Policía Local. Su mal uso por parte de los pilotos se sitúa ya como la segunda causa de accidente en Vigo. Solo las distracciones le superan. Ni los excesos de velocidad, ni la embriaguez, ni los cambios de carril en tramo recto -desencadenantes históricamente de más golpes- ganan a los choques por las maniobras indebidas en las glorietas. Casi todos los días ocurre un siniestro en alguna de ellas. En lo que va de año se contabilizan una media de 25 cada mes. ¿Lo positivo?, que prácticamente la totalidad son solo siniestros de "chapa y pintura".
Hace cinco años apenas se registraban una docena de accidentes mensuales en rotondas. Y su mal uso a la hora de abordarlas o circular por su interior se situaba entonces como la sexta causa de accidente en Vigo. Pero en los cinco primeros meses de 2015 se contabilizaron 123 hasta consolidarse ya como el segundo motivo de siniestros de tráfico.
Este aumento de casos -también se ha incrementado el número de glorietas en ese periodo- ha llevado a la Policía Local a tomar cartas en el asunto. Y lo ha hecho con un objetivo preventivo a la vez que didáctico. Si al salir de una glorieta con su vehículo se topa a una patrulla y un agente le da el alto, no se preocupe, lo más probable es que haya trazado mal la rotonda y cometido una infracción, pero no será sancionado por ello. O al menos de momento. Recibirá sin embargo una clase exprés. El agente le explicará cuál ha sido su error para evitar que vuelva cometerlo.
"Todavía hay muchos conductores que desconocen cómo deben circular por ellas y, consecuentemente, esto se traduce en que haya un índice más elevado de accidentes en estos puntos. Por eso se están realizando este tipo de controles. Pero sin multar. Solo se denunciarían casos graves y cuando la maniobra es muy temeraria y desencadena un serio peligro para la seguridad o un accidente", explican fuentes oficiales de la Policía Local.
Pero ¿cuáles son las infracciones más comunes? Los agentes lo tienen claro: "Trazar la glorieta de forma recta e invadir el carril exterior desde el interior por no haber previsto la salida que se va a tomar y, además, sin señalizar la maniobra con el intermitente", explican.
Según los agentes locales, lo que sí tienen claro la mayoría de los pilotos es que los vehículos que están dentro de la glorieta tienen siempre prioridad sobre los que quieren entrar. "Esto se cumple a rajatabla y los golpes por no ceder el paso al entrar son residuales", admite uno de los agentes durante uno de los controles realizados esta misma semana en la rotonda del "Alfageme", en Coia.
Pero una vez en su interior, comienza el "bloqueo" de algunos pilotos. "Si se va a tomar la primera salida o se va a continuar por la que está de frente al sentido de la marcha, lo correcto es situarse en el carril externo. Además, los vehículos que van por él siempre tienen prioridad sobre el resto, aunque realicen la vuelta completa. De esta forma se evita tener que realizar luego un cambio de carril para abandonar la glorieta, que es lo que más choques desencadena", explican los agentes.
Pero, ¿y si el conductor entra hasta el corazón de la rotonda?. "Cuando se opta por utilizar uno de los carriles interiores, ya sea para realizar un cambio de sentido de la marcha o tomar alguna de las últimas salidas, los pilotos deben saber que antes de abandonarla tienen que estar situados en el carril exterior", apunta la Policía Local. El problema radica en que la mayoría de los que chocan es porque o no respetan esta última norma o se echan a la derecha a la altura de la salida que van a tomar -invadiendo el carril exterior- y, lo que es peor, sin señalizar su maniobra. "Si se circula por el interior y el piloto no ha tenido tiempo a situarse en el carril derecho para poder salir, lo que se debe hacer, aunque casi nadie lo cumple, es dar una vuelta más. Lo habitual es que invadan el carril, golpeando muchas veces al que va por el prioritario; o frenan para dejarle paso y provocan que el vehículo que viene detrás les golpeé", advierten los agentes. La mayoría de todas estas infracciones están tipificadas como graves y acarrean una multa económica de 200 euros.
