La presencia de las avispas asiáticas se multiplica en la ciudad. Los vecinos de un barrio de Pereiró han alertado a la Xunta de la existencia de una colmena del tamaño de un balón de baloncesto cerca de sus viviendas. Los lugareños todavía tendrán que esperar unos días antes de que vengan a retirarla. Mientras, esperan preocupados porque aseguran que los insectos entran en las casas y "atacan" a las personas.

Genma Villalón comenzó a notar la presencia de estos insectos hace unos días, cuando la primera avispa entró en su casa. "Al día siguiente ya no fue una, sino dos, las echas pero vuelven a entrar", asegura esta vecina que vive a escasos metros de la colmena. El tamaño de estas avispas es mayor que el de las autóctonas y esto infringe más temor en esta madre, que está preocupada por su hijo: "No sé si es alérgico y no quiero que le piquen por si acaso. Estas son muy grandes".

Los vecinos afirman que tienen que tener las ventas cerradas todo el día para que no entren, pero que aún así chocan contra sus cristales. Alarmados por el gran número de ejemplares que veían, se pusieron en contacto con la Xunta hace dos días, donde les han informado que retirarán el avispero próximamente. Les han aconsejado que no utilicen maquinaria con motor, como cortacéspedes o sierras, ya que se sienten atraídas por el ruido.

La colmena pende sobre una de las ramas superiores de un árbol que se encuentra entre varias casas. El viento de estos días zozobra la copa, lo que tiene en vilo a los vecinos. Les preocupa que se pueda desprender, cayendo al suelo y provocando que las miles de avispas asiáticas salgan despavoridas.

Es el tercer avispero que aparece en la ciudad en tan solo una semana. Otros dos, que ya se retiraron, se encontraron en la zona de Coruxo y Valadares. Hace 15 días, los bomberos acabaron con un tercero en Coia. Deben eliminarse siempre de noche, para que todos los individuos estén dentro de la colmena, pero solo pueden hacerlo personas cualificadas para ello.