Al igual que a las "celebrities", a Dinoseto la fama le ha pasado factura. Desde que la original figura se instaló en la Porta do Sol el pasado mes de junio no ha parado de sufrir daños. El inclemente sol ha quemado las ramas que tejen su espalda, sus garras y torso se han desfigurado fruto de los asaltos que ha soportado, especialmente en las noches del fin de semana. "Hay una moda perniciosa que es subirse al dinoseto y que se le vean los ojos", comentó esta mañana Abel Caballero.

Además de lesionado, en las últimas semanas también ha presentado un aspecto un tanto desaliñado: sus ramas crecen desordenadamente desdibujando su silueta. Pese a que ubicación en el centro iba a ser "temporal", ya que su destino era Navia, el gran arbusto continúa acompañando al Sireno, pero más expuesto que él. "Dinoseto no se quiere ir de ahí de ningún modo. Es lo más fotografiado en Vigo en la historia de la ciudad. Es una broma colectiva que nos agrada a todos", justificó el alcalde.

Para frenar a los abusos y el deterioro de la escultura verde, el Concello habilitará un espacio a modo de "photocall" para quienes deseen fotografiarse con él. O ella. Porque Abel Caballero ha insistido esta mañana en que Dinoseto es de género femenino: "Es Dinoseta. Es una hembra. Nos lo dijo por activa y por pasiva y en un tiempo habrá un dinosetito".

Dinoseto, padrino de boda

El fin de semana circuló por las redes sociales una imagen llamativa: unos novios posando con Dinoseto. Y es que el cariño que ha desatado el dinosaurio vegetal en la ciudad es tal que Caballero asegurar haber recibido peticiones espontáneas en las situaciones más insólitas para mantener al arbusto en el centro: "Este sábado estaba haciendo una boda y el público me dijo que les gustaba muchísimo, que ni se me ocurra mover el Dinoseto".