El regreso del buen tiempo y la coincidencia del primero de agosto en fin de semana provocó ayer que, una vez más, la autopista AP-9 se colapsara durante varias horas a lo largo de la mañana con la multitud de conductores que cruzaron el puente en dirección a las playas de O Morrazo. Un movimiento que coincidió además con la operación salida de vacaciones y que causó todavía más problemas en la autopista Vigo-Pontevedra.

Las retenciones se mantuvieron desde las doce del mediodía hasta pasadas las tres de la tarde. Según la página web de la Dirección General de Tráfico, hubo momento en los que la velocidad media apenas superaba los 10 km/h, cuando el tramo antes de llegar a Rande está limitado a 100 km/h. De hecho, la elevada intensidad de vehículos provocó que las colas de coches llegaran desde la salida hacia O Morrazo hasta el acceso a la AP-9 en la calle Buenos Aires. Igualmente, las retenciones se registraron en sentido descendente desde los túneles de A Madroa.

El problema, que se repite todos los veranos, se vio agravado además por las obras de ampliación de capacidad de la autopista que se están realizando en los accesos al puente, lo que ha limitado los carriles de circulación y llevado a la DGT a bajar el límite de velocidad de 100 km/h a 80 km/h. El mismo atasco se repitió a última hora del día en sentido Vigo con los miles de conductores que regresaban de las playas de O Morrazo.