Carlos Mouriño estuvo arropado esta mañana por toda su familia durante la lectura del pregón que precede a la gran procesión del Cristo de la Victoria y en el que agradeció que se le hubiera permitido cumplir su "aspiración loca e ilusoria de la infancia" de llegar a presidir "el club de mi ciudad". Las referencias al Real Club Celta fueron continuas en un acto solemne en el que pidió al Cristo que intercediera "por aquellos que sufren una crisis injusta y una pérdida de derechos".

Arrancando con un tono desenfadado, el empresario y presidente celeste captó enseguida la atención de las docenas de invitados explicando que no asumía la responsabilidad de redactar el pregón con la intención "de pedir una ayudita a los árbitros o en el córner", sino que lo enfocaba en clave de ciudad para pedir "que nos hagas mejores personas".

La hermana mayor de la Santísima Cofradía del Cristo de la Victoria de Vigo, Marora Martín-Caloto, destacó la trayectoria de Mouriño y del empresario Mario Cardama, que será el encargado este año de portar el pendón durante la procesión que partirá mañana a las 19.30 horas de la Colegiata de Santa María.

El acto, al que asistió el obispo de la Diócesis, Luis Quinteiro Fiuza, el gobierno vigués casi al completo, representantes del PP local e invitados, se cerró con la intervención del alcalde, Abel Caballero, que expresó un deseo para mañana. "Las gentes de Vigo mientras caminan al lado del mar, pensarán en que no dejaremos nunca nuestro carácter bravo y que quizás ya estamos finalizando la crisis de la pereza y la usura".