El Puerto de Leixoes inauguró ayer de forma oficial su nueva terminal de cruceros, un estructura de 40 metros de altura y una inversión que supera los 50 millones de euros. Con la nueva dotación Leixoes aspira a convertirse en puerto base de cruceros -es decir, inicio y llegada de itinearios- y disparar su tráfico de pasajeros. La administración portuaria lusa se fija el objetivo de rozar los 130.000 cruceristas anuales en 2018 -en 2014 recibió cerca de 64.400 viajeros-. Según los datos del Puerto de Leixoes, en 2015 la terminal ya recibió 90 trasatlánticos, un 12% más que a lo largo de todo el año 2014. La proximidad de la terminal al aeródromo de Sá Carneiro -con numerosas conexiones internacionales- es su principal baza para convertirse en puerto base.

Según los expertos los puertos de Leixoes y A Coruña podrían hacer una "pinza" comercial que restase tráfico al puerto de Vigo, líder actual en el noroeste. Los datos de Puertos del Estado revelan que el año pasado por la terminal olívica desfilaron más de 176.000 cruceristas. Ante la inminente apertura de la nueva terminal, en enero una delegación del Puerto de A Coruña se entrevistó con responsables de Leixoes.