El propietario del perro de la raza Border Collie que el lunes mordió en la cara a un niño de 4 años de edad que jugaba en un parque del barrio vigués de Navia se enfrenta a una multa que oscilará entre 150 y 300 euros porque el animal estaba suelto y, por tanto, incumplía la normativa municipal que con carácter general obliga a llevar a los canes sujetos y con correa por la vía pública. Esto por la vía administrativa. ¿Y la judicial? En este ámbito, la cuestión ya no está tan clara. La Policía Nacional remitió al Juzgado de Instrucción 2 de Vigo tanto el atestado del incidente como las dos denuncias que se formalizaron en comisaría: la presentada por el padre del menor y una segunda de un testigo de estos hechos que asevera que el mismo can había atacado con anterioridad a su cachorro hiriéndolo en el hocico. Pero, según juristas consultados ayer, la reforma del Código Penal que entró en vigor el pasado 1 de julio podría suponer el archivo de la vía penal -y su derivación a la civil para reclamar una indemnización- ya que la falta a través de la cual se solía castigar casos como el sucedido en Navia -la 631.1- es una de las que se acaba de despenalizar.

A la espera de la decisión judicial, el atestado policial ya está en todo caso finalizado. Todo ocurrió a las 20.15 horas del lunes en un parque de la calle Teixugueiras. Junto a la zona acotada infantil hay otra con máquinas para hacer ejercicio, y ahí fue donde el perro, según la denuncia formalizada por el padre, se "abalanzó" sobre el menor, mordiéndolo en la cara. El niño sufrió un desgarro en el rostro y una incisión en la sien y fue trasladado en ambulancia al Hospital Xeral. "Sangraba mucho; unas personas que estaban allí le taparon la cara, cerca de la zona del ojo, con una toalla, y después ya llegó la ambulancia", relataba ayer en Navia una mujer que presenció los hechos. "El dueño del perro también estaba aquí, se llevó un buen susto", añade otra usuaria del parque. Debido al incidente, además del 061, al lugar acudieron Policía Nacional y Local.

Si bien el dueño del can alegó que se le había escapado, testigos refirieron a los policías que era habitual que este hombre, de 70 años, bajase al perro sin correa y que este lunes, tras los hechos, lo amarró con un cinturón. El animal no pertenece a una raza considerada potencialmente peligrosa, y por ello no estaba obligado a llevar bozal. Pero sí debía ir sujeto.

El perro, que fue llevado el lunes de Navia por el lacero municipal, permanece en la protectora. El can cuenta con el preceptivo chip y, según confirmaron fuentes del Concello, se requerirá al dueño para que presente toda la documentación del mismo, como la cartilla sanitaria.