La panificadora del Casco Vello prometía ser la más moderna de España cuando se inauguró en 1924. La maquinaria importada de Alemania permitía que los productos saliesen de la fábrica sin que la mano de los operarios los tocasen. En su mejor momento la empresa daba de comer a 300 personas. Cuando cerró, quedaban menos de la mitad. Hoy sus ruinas simbolizan la reconversión industrial de la ciudad y el olvido en el que se sumió el barrio en las últimas décadas. Para evitar que esta y otras muchas historias de la zona se pierdan, la Asociación Casco Vello Alto ha lanzado la página web Fairua.com, una plataforma audiovisual que documenta tanto el cambio físico del entorno como el de sus vecinos y que pretende impulsar un movimiento de concienciación ciudadana.
"La zona alta era una gran desconocida en la ciudad a pesar de albergar un rico patrimonio social, material e inmaterial. Nosotros queríamos recuperar un pasado que se quiso ocultar y estigmatizar para reivindicar un presente de convivencia amable entre el barrio y el resto de la ciudad". Este es el motivo que Ramón Viéitez, presidente de Casco Vello Alto, arguye para justificar el nacimiento de Fai Rúa. Su funcionamiento es muy sencillo: la web presenta un mapa audiovisual del centro histórico, pinchando en cada uno de los iconos se descubre una nueva historia, bien del patrimonio cultural, bien de los vecinos y comerciantes de la zona.
"El proyecto documental tiene una triple finalidad, por una parte divulgar las historias que hicieron de este barrio uno de los más emblemáticos de Vigo, por otro reivindicar a la gente que aquí vive e vivió y trabaja y por último quiere explicarle a los vigueses la importancia de sus símbolos: el Olivo, el baluarte de San Sebastián...", explica Viéitez.
La web documental cuenta con 35 capítulos cortos, cada uno de menos de tres minutos. Están divididos en apartados -vecinos, profesionales, patrimonio y anécdotas- para que la navegación sea más accesible. Los vídeos recuperan desde la memoria más antigua de la zona, indagando en la Guerra de Restauración Portuguesa de 1640 y su impronta en la ciudad, hasta la más actual, con un paseo por los nuevos comercios que dan vida a las callejuelas y plazas. De la mano de sus moradores más antiguos se desvelan algunos eventos curiosos. Como los que relata José Soto, uno de los protagonistas de la serie documental. Este vecino cuenta cómo el Bar Bouzas repartió en 1977 gran parte de los mil millones de pesetas que cayeron de la lotería nacional. Soto confiesa entre risas que muchos residentes no querían desvelar que habían sido agraciados porque no podían justificar en casa dónde habían comprado el décimo, ya que aquel era entonces "el barrio alegre", como lo define Soto, ya que frecuentado por prostitutas. Soto también desvela la ubicación de la llamada 'casa da Collona' y el por qué de este nombre convertido en expresión.
Manuel Estévez, secretario de la agrupación, resume la idea de Fai Rúa en "meter en un todo las singularidades del barrio". Para ello han contado con la colaboración de los 120 socios que forman la agrupación. Además, el archivo Pacheco ha proporcionado un buen número de fotos documentales. Estévez quiere recalcar que se trata de "un proyecto de barrio hecho por los vecinos y para ellos".
La agrupación cultural Casco Vello Alto se creó hace año y medio con el fin de poner en valor el patrimonio de la zona y proporcionar a los residentes un programa de actividades que incluye conciertos, obras teatrales y sardinadas para celebrar San Juan. "Se creó tras la constatación de que nadie estaba trabajando activamente en la zona alta del Casco Vello -barrios de Ferrería, Arrabal de Santiago, Pracer, Cachamuíña, Falperra y campo de Granada-".
La plataforma no es un proyecto cerrado, está vivo y en evolusción. La asociación tiene previsto ir ampliando la información de manera prolongada. A su presidente le gustaría que otros barrios se sumasen a esta iniciativa: "Lo ideal sería que agentes públicos y privados se involucrasen para que el proyecto creciera y se fuera extendiendo. De esta manera los vigueses teríamos una herramienta estupenda para conocer, disfrutar y presumir de nuestra ciudad y de nuestras gentes".
Un barrio para los de ayer... y hoy
- Raquel es una de las nuevas vecinas de la parte alta del centro histórico. Historiadora del arte de profesión, asegura que los cascos antiguos le atraen. Compra el pan en la panadería de Olga, "la verdadera alcaldesa del Casco Vello", asegura. Ambas representan el proceso de gentrificación del lugar: nuevos inquilinos de fuera del barrio ocupan los lugares que otros nativos han dejado.Pero el cambio de residentes de esta zona no ha sido ocasionado por la presión de unos sobre los otros, como sí ha ocurrido en otras ciudades. Aquí los recién llegados ocupan los lugares vacíos que ha dejado los residentes que huyeron del ambiente marginal de la zona. Con el plan de recuperación del Casco Vello, nuevos vecinos se animan a vivir en el centro histórico. "Intentamos hacer nuestra vida, como cuando ellos -por los autóctonos- o sus antepasados llegaron", resume Raquel.El entorno ha asimilado a ambos residentes, viejos y nuevos, de manera amable. Los negocios tradicionales y las nuevas propuestas conviven sin mayores altercados. Ejemplos de una gentrificación positiva que es el espíritu de la zona y que a Raquel le han permitido "cumplir un sueño": vivir en el Casco Vello.
