El debate sobre la suficiencia del número de camas también está abierto en el Hospital Universitario Central de Asturias. Para atender una población de 350.000 personas y siendo referencia para todo el Principado (1 millón de usuarios) en varias especialidades, el nuevo HUCA tiene una capacidad máxima de 1.127 camas convencionales -más las 187 de crónicos en Monte Naranco-, una cifra muy similar a la del nuevo hospital de Vigo -1.152, más 400 de crónicos en el Meixoeiro-, que asistirá a un área de 437.000 habitantes y tiene referencias de 900.000. Al igual que aquí, en Oviedo no pretendían abrirlas todas. Querían que el 40% de sus 583 habitaciones fueran individuales. En el Álvaro Cunqueiro, ese porcentaje se eleva al 70%, de las 576 habitaciones. ¿Lo ha logrado el HUCA en su primer año de vida? "No, no todo el año -confiesa su gerente, Manuel Matallanas-, no hasta que rebajemos un poco la estancia media". Su meta es 8,5 días. De hecho, en enero, por la gripe, tuvieron que derivar al Monte Naranco. Pero lograron su reto de no tener que suspender ninguna cirugía programada por falta de camas.