La operación que podría devolver al puerto de Vigo el histórico tráfico de fruteros perdido hace seis años ya está en marcha. Dos importantes empresas operadoras de servicios portuarios, Comarsa y Progeco, han creado la sociedad Vigo Fresh Port con el objetivo de atraer hacia los muelles vigueses ese ingente volumen de frutas y otros productos vegetales y florísticos que navegan en buques portacontenedores frente a Cíes, y que por falta de instalaciones adecuadas pasan de largo o acaban en otros puertos, algunos muy cercanos como Marín. Para conseguirlo dan ahora el primer paso con las obras de lo que será la primera terminal de perecederos del puerto de Vigo. Con una inversión superior a los 800.000 euros, el recinto, ubicado en Guixar, quedará listo el próximo septiembre. La labor comercial arrancó hace tres años, pero la verdadera ofensiva se producirá en octubre, cuando la nueva empresa presente el flamante recinto a sus potenciales clientes en la feria Fruit Attraction 2015 de Madrid, el principal escaparate europeo del sector frutícola y hortofrutícola.

Frutas, hortalizas, flores...; cualquier producto que necesite una asistencia refrigerada y especializada, tanto para importación como exportación. Esto es lo que podrá recibir para redistribuirse o almacenarse la nave de Vigo Fresh Port, donde cinco cámaras individuales frigoríficas permitirán la conservación por separado de distintas mercancías. Aunque tenerlas paradas más allá de los dos días no suele interesar al importador, sino enviarlas cuanto antes en camión hacia su destino final. Para los responsables de esta recién constituida sociedad, Vigo está en una posición privilegiada para los perecederos por ser el puerto atlántico más cercano a Madrid, adonde se proponen mover el grueso de la carga, imitando así el recorrido que cubre cada madrugada la pesca fresca descargada en O Berbés.

Quienes ponen en marcha una iniciativa tan ambiciosa conocen muy bien la dinámica portuaria. Titus J. Van Lieshout es el director general de la consignataria Comarsa, representante de MACS, la naviera de la línea que trae el 70% de la pesca congelada desde Sudáfrica y Namibia. Y Jorge González-Portela Garrido lleva las riendas de Progeco Vigo, especializada en la manipulación, mantenimiento y reparación de contenedores, con un movimiento anual de 40.000 Teus y 15.000 m2 de concesión en Areal. Precisamente la terminal de Vigo Fresh Port ocupa la concesión y viejas instalaciones de Progeco en Guixar, lo que facilita su transformación en nave de perecederos en apenas cuatro meses. "Vamos a hacer una buena instalación; la inversión no baja de 800.000 euros. Porque es una apuesta seria y creemos en el proyecto", enfatiza González-Portela.

Las buenas expectativas del director general de Progeco se basan en los contactos previos llevados a cabo en los últimos años por el responsable de Comarsa. Para ilustrar el potencial movimiento de esta clase de productos tan delicados, Van Lieshout pone el siguiente ejemplo: "De 100 reefers, contenedores refrigerados, que navegan en el mundo, el 60% son de perecederos. El potencial es tremendo. Solo en Vigo movemos 700.000 toneladas de pesca congelada al año en contenedor". Sin dejarse llevar por el entusiasmo, admiten que muchos de los empresarios contactados quedaron comprometidos a firmar contratos pendientes de la existencia de las instalaciones necesarias. Por carecer de un recinto como el que ahora construyen, algunos de los contenedores con perecederos que la línea de MACS desembarca en Vigo acaban derivándose en camión a Marín.

Para los promotores de Vigo Fresh Fruit, el puerto de olívico ofrece otra ventaja. "Su pequeño tamaño lo convierte en una terminal ágil", afirman. Los clientes que mueven esta mercancía valoran tres aspectos: rapidez, calidad y economía. "Nosotros hemos tenido barcos que atracaron a las 8.00 horas de un viernes y a las 3.00 del sábado la mercancía estaba en Mercamadrid, incluyendo inspección, despacho y transporte. Y esto en Valencia, Barcelona o Sines, en Portugal, no es posible", apunta Van Lieshout

Sobre la previsión de movimientos, a partir de los 1.800 contenedores al año lograrían entrar en beneficios, pero para estos primeros ejercicios se marcan unos ratios que consideran "realistas", de unos 1.200. Aun ciñéndose a esta sensatez, confían en que la evolución futura del negocio permita incluso ampliar la nave de Guixar.