Con muchas dudas, preguntas y expresiones de extrañeza, pero también con un tráfico más fluido. El plan piloto del Concello para agilizar la circulación en el entorno de los colegios a las horas críticas arrancó ayer con un resultado que Praza do Rei tilda de "éxito". La iniciativa se aplicó en Maristas, Compañía de María, Escultor Acuña y Lope de Vega, donde agentes de la Policía Local y miembros de Protección Civil informaban a los padres de las nuevas medidas para reducir los embotellamientos y las molestas "dobles filas". En las cercanías de cada uno de esos centros el Concello ha habilitado un espacio que -durante ciertas franjas horarias, coincidiendo con la entrada y salida de los estudiantes- quedará reservado para que los padres puedan detener sus coches y dejar o recoger a sus hijos. Cada uno tiene capacidad para entre ocho y doce vehículos. La prohibición de aparcar durante esos períodos la recuerda una señal vertical.

"El tráfico en Maristas lo vi infinitamente mejor que otros días, en los que se producía una cola que llegaba hasta plaza del Bicentenario", explica el alcalde, Abel Caballero, quien también valora como "muy bueno" el resultado en Escultor Acuña y Lope de Vega. En Compañía de María el plan se topó con que muchos coches acostumbran a aparcar en la zona durante días, con lo que es probable que desconocieran la nueva medida. "El estacionamiento es de larga estancia y algunos aún no se enteraron de que aquello está reservado", apunta Caballero. La experiencia que se vaya acumulando en cada colegio también permitirá pulir las medidas, ajustando los horarios. En el caso de la Compañía de María, por ejemplo, el Concello ya estudia variar ligeramente la franja reservada -que en la actualidad figura de 8.30 a 9.30-, de 8.00 a 9.15 horas.

Tras arrancar ayer en los cuatro primeros centros, el plan se extenderá a partir del lunes a otros nueve colegios de Vigo: María Auxiliadora-Salesianos, García Barbón, Vicente Risco, Amor de Dios, Illas Cíes, Doutor Fleming-Villa Laura, María Inmaculada-Carmelitas, San Miguel Nebrija-O Castro y Padre Míguez-Las Calasancias. Con el inicio del curso, en septiembre, la medida se extenderá a centros de toda la urbe hasta sumar 80.

El alcalde avanzó además que se "intensificará" la campaña para informar a padres y conductores habituales de la zona del cambio, que mantiene reservadas las plazas durante ciertas horas al día. "Se hará con un tiempo razonable, a partir de ahí se operará como en el resto de la ciudad", remarcó Caballero. Quienes bloqueen con sus vehículos las plazas de uso escolar, se expondrán, así, a multas. "Estos primeros días seremos más tolerantes y vamos a avisar a cada uno de los propietarios de los coches que están allí antes de hacerlo coercitivo", abundó el alcalde, en referencia a las calles en las que -como el entorno de Compañía de María- los conductores tienden a estacionar sus coches durante días.

Ayer el plan estuvo respaldado por Protección Civil y la Policía Local. En una fase posterior, ya con la medida implantada y despejadas las dudas de los protagonistas, la iniciativa se apoyará en la labor de voluntarios. "Es una segunda fase, una vez que el plan esté bien asimilado", concretó Caballero. Además de con señales, ayer se informaba de la restricción mediante notas en los parabrisas.