El Partido Popular, más allá de su sonoro gatillazo urbano, dirigirá los próximos cuatro años en 148 concellos en los que ha logrado la mayoría absoluta. Casi en uno de cada dos. En otros 58 es la fuerza política más votada, así que en gran medida sus opciones de gobierno pasan por lograr acuerdos con otras formaciones, algunas autoproclamadas como independientes, o por que el resto de partidos no se pongan de acuerdo.

Los réditos del PSOE son infinitamente más pobres. Gobernará 47 municipios con mayoría absoluta, eso sí con Vigo como gran estandarte. Y en otros 31 han logrado una mayoría relativa. En Lugo, por ejemplo, necesitará revalidad pactos. Por su parte, el BNG llevará las riendas en 13 concellos. En otros cuatro tiene opciones, aunque siempre supeditado a encontrar socios.

Dos de cada tres gallegos con derecho a voto cumplimentaron ayer su encuentro con las urnas. La participación (66%) se quedó, en todo caso, tres puntos por debajo de la registrada en la cita de 2011.