Seria, visiblemente emocionada y contundente a la hora de admitir el fracaso electoral que ha llevado al Partido Popular a obtener sus peores resultados de la historia en Vigo. Así compareció ayer a las once de la noche Elena Muñoz arropada por los miembros de su candidatura y acompañada por decenas de simpatizantes y afiliados. "Quiero reconocer los malos resultados que hemos obtenido. Es un mensaje duro para el partido de todos los vigueses y de nuestros votantes. Tenemos que hacer autocrítica y trabajar duramente para recuperar esa confianza y volver a sintonizar con todos los vigueses", admitió tras haber quedado con 7 concejales -6 menos que en 2011- y haber perdido más de 32.000 votos respecto a los últimos comicios locales.

"Desde mañana ya nos vamos a poner a trabajar para volver a recuperar esa confianza que hemos perdido. Y mirar hacia el futuro. Y analizar errores y corregirlos y trabajando con todos los vigueses. Hay que ponerse a trabajar, remangarse y mirar para adelante", pidió Muñoz.

La tensión se mascaba en la sede del Partido Popular desde las nueve de la noche, cuando llegó la candidata. Muñoz siguió el escrutinio en una sala de la que no salió en toda la noche. A cuenta gotas fueron llegando los miembros de su equipo, apoderados, interventores y militantes. Entre los primeros, el presidente local del PP, José Manuel Figueroa; el presidente de la Autoridad Portuaria, Ignacio López-Chaves o el número 2 de la lista, Diego Gago. El resto fueron llegando antes de la comparecencia de la candidata, entre ellos los siete concejales que entrarán en la corporación junto a Muñoz, Gago y Figueroa: Ángel Piñeiro, Elena González, Roberto Lagoa y Miguel Fidalgo. También lo hicieron el resto, como Teresa Egerique, la número 8, visiblemente afectada al final de la noche tras haberse quedado a las puertas de volver a entrar en la corporación local.

Elena Muñoz ante un retrato de Feijóo, ayer en la sede del PP en Vigo. // Marta G. Brea

Pasadas las nueve y media de la noche, y con el 30% de los votos contabilizados, comenzó la incredulidad. Aunque entre los presentes se asumía ya que el resultado no sería bueno y que la mayoría absoluta no se le escaparía al PSOE, nadie si imaginaba que la derrota de los populares. Los 17 concejales que a esa hora alcanzaba el PSOE, y los 7 del Partido Popular cayeron como un jarro de agua fría. "Tranquilos. Los milagros existen" , con esta frase una simpatizante trataba de frenar los resoplidos y calmar las risas nerviosas que se respiraban ya a esa hora.

Pero la esperanza se desvaneció pronto. El PP quedó anclado en los 7 concejales y, con el 60% escrutado, surgió otro temor: bajar a los 6. "Si el BNG logra llegar el 5% nos saca el concejal a nosotros", decía preocupado otro militante confiando en que los nacionalistas se quedaran fuera de la corporación, como finalmente ocurrió.

Aunque Muñoz no salió de la sala desde la que siguió las elecciones, sí lo hizo en una ocasión el presidente del PP local, José Manuel Figueroa. Se había escrutado el 60% de los sufragios. "Elena está tranquila, serena. Esto hay que tomarlo con rigor y tener en cuenta que no solo es en Vigo", decía en alusión a los malos resultados generales del PP.

Pero las malas noticias se sucedían. "Hemos perdido en varias mesas de Casa das Artes y el PSOE nos ha doblado en votos en García Barbón", se lamentaban varios militantes en los corrillos que se iban formando al ver que ni siquiera lograban mayoría en sus principales feudos históricos. "Me río por no llorar", admitía otro afiliado visiblemente derrotado. "Estoy sin palabras. Me retiro. Aquí ya no hay nada que hacer", gritó una simpatizante mientras abandonaba la sede.

Con el 98% escrutado salió Elena Muñoz seguida de todos los miembros de su candidatura con caras muy serias y ojos llorosos. Unos aplausos tímidos los recibieron, aunque pronto se sumaron a la ovación las decenas de asistentes. No hubo gritos de ánimo ni tampoco sonó el himno del PP. En primer lugar, la candidata agradeció el trabajo de interventores, apoderados y militantes. Acto seguido, felicitó al Partido Socialista por su victoria y aceptó los resultados: "Son muy malos. Ahora es momento de hacer autocrítica, ver donde hemos fallado y mirar en positivo hacia el futuro", resumió.