El nuevo gobierno tiene ante sí una amplia cartera de deberes en todos los frentes durante los próximos cuatro años, desde volcarse para que otras administraciones construyan nuevas infraestructuras como la estación intermodal de Urzáiz o la Ciudad de la Justicia, hasta recuperar Peinador, una cuestión estratégica para Vigo en un entorno aeroportuario de fuerte competencia subvencionada por norte y sur. Al nuevo equipo no le faltará trabajo desde el primer día. Estas son las principales prioridades por áreas.
| Transportes. Las grandes infraestructuras en el punto de mira son competencia de otras administraciones pero el gobierno local debe jugar su papel para conseguirlas. La alta velocidad ha experimentado un gran avance con la inauguración de la estación de Urzáiz. Sin embargo hay tareas pendientes. Falta el edificio Vialia diseñado por el Premio Pritzker norteamericano Thom Mayne, que Fomento quiere desarrollar junto a un operador privado. A la Xunta le toca construir la terminal de autobuses para que el complejo sea intermodal. Concello y administración gallega están obligados a entenderse. Este mandato, además, debe ser el de la ampliación de Rande. La prolongación del túnel de Beiramar, que liberaría de mucho tráfico la superficie hasta la calle Coruña y revitalizaría la zona, duerme en un cajón de la Xunta. ¿Resucitará estos cuatro años?
| Peinador. Un desafío de la máxima urgencia. Vigo perderá pronto el vuelo a París, que se implantó hace diez años y llegó a contar con cuatro frecuencias al día. Un termómetro preocupante del estado del aeropuerto. El Concello ha emprendido una batalla para recuperar Peinador con acuerdos con diferentes compañías. Volotea opera a destinos nacionales y la ruta a Londres ha sido rescatada con Air Nostrum. En los últimos meses el gobierno local preparó otro concurso para ampliar los enlaces internacionales a nuevos mercados. Recuperar París y lograr el refuerzo de Barcelona, adonde no se puede ir y volver el mismo día, son objetivos estratégicos.
| Justicia. La nueva sede judicial, un proyecto atascado desde 2009 por diferencias entre Concello y Xunta que al fin se ha puesto en marcha, se presenta como el mayor objetivo. Este año debe entregarse el suelo a la Administración autonómica, que tendrá que construir el edificio. La judicatura viguesa ha esperado con mucha paciencia una infraestructura imprescindible.
| Área metropolitana y FEMP. El mandato pondrá a prueba la capacidad de activar el Área Metropolitana. El gobierno local deberá implicarse a fondo para que la ciudad la presida como polo central, y llegar a acuerdos con Xunta, Diputación y concellos vecinos. Vigo también puede aspirar a presidir la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP, lo que la colocaría a la cabeza del municipalismo estatal.
| Urbanismo. El Plan Xeral ha resistido todos los envites judiciales, pero las grúas aún no se han movido ante la crisis inmobiliaria. Muchos promotores gestionan los planes para construir nuevas urbanizaciones. La del Barrio do Cura, aún en el alero, se antoja prioritaria para recuperar el Casco Vello, donde también queda trabajo por hacer para seguir adelante con la rehabilitación del barrio, principalmente en la Praza do Berbés. Beiramar, Praza de España o A Seara son otros ámbitos residenciales y comerciales que deberían despegar. En Navia aún no se han completado el polígono residencial, que exige el acuerdo de Concello y Xunta.
| Investigación y educación. El Campus del Mar, centro internacional de investigación marina proyectado en la antigua ETEA, es la principal asignatura de este mandato en materia de I+D+i. El Concello tiene además por consensuar el acuerdo con Zona Franca para que pueda desarrollarse en el antiguo Rectorado el Centro de I+D gastronómico de Galicia. En educación también está pendiente de abrir la sede de la UNED en el Mar de Vigo y ampliar la cartera de carreras.
| Industria y comercio. Al Concello le corresponde agilizar los trámites de la ampliación del polígono de Balaídos a fin de que Zona Franca habilite para PSA el espacio que necesita para fabricar nuevos modelos. En 2016 tendría que estar finalizado el procedimiento urbanístico. Otro de los polígonos a desarrollar es el de Matamá-Valadares, que promovería también Zona Franca. En materia comercial el gran reto que se presenta es el futuro de Porto Cabral, el macrocomplejo proyectado por Eurofund. El Plan Xeral da cabida a una instalación comercial y terciaria en esa zona pero está por ver si cuaja definitivamente el proyecto.
| Deporte. La remodelación del estadio de Balaídos es el buque insignia en esta materia. Ya ha arrancado pero el gobierno local y la Diputación tendrán que entenderse para financiar el grueso de la obra y el gobierno local deberá recabar el apoyo de Zona Franca para que se implique en la operación.
| Cultura y turismo. La marca Vigo tiene mucho que mejorar para captar visitantes. Es una asignatura pendiente histórica. En esa estrategia puede haber fuertes sinergias con Peinador. Y hay otro objetivo vinculado a alcanzar estos años: que Cíes sea Patrimonio de la Ciudad, una tarea que exigirá una intensa campaña con apoyos desde todos los sectores e instituciones. En cultura Vigo perdió terreno como una de las ciudades de referencia en su programación, en la que destacaban los conciertos de Castrelos. Potenciar la red de museos, abrir el Centro Galego de Fotografía y consolidar el Mar de Vigo son otras tareas centrales, y la urbe aún carece de Biblioteca del Estado.
| Medio Ambiente. La milla verde de Coia a Samil se presenta como el proyecto estrella en este apartado. Al Concello le toca impulsarla con el desarrollo del PXOM.
