El puerto acogió ayer un crucero "renacido", que disfruta ahora de su segunda vida en aguas del norte de Europa. A primera hora del día echaba el ancla en los muelles vigueses el buque MSC Sinfonia en su escala inaugural, tras pasar hace apenas unos meses por los astilleros de Palermo para someterse a obras que aumentaron su longitud. La operación -en el marco del "Programa Renacimiento", en el que participan otros buques de la naviera con un presupuesto de 200 millones- ensambló en el barco una sección central ya construida de 24 metros de largo y 193 cabinas extra. Gracias a esa prolongación el MSC Sinfonia alcanza ahora una eslora de 274,9 metros por 32 de maga y tiene capacidad para albergar a 2.579 pajeros en ocupación doble y 721 tripulantes en sus 976 camarotes. El interior del buque también fue remozado, con un nuevo parque acuático en una de sus cubiertas y zonas de juego. El aumento de capacidad se traduce además en mayores servicios, como por ejemplo la cocina, cuyo bufé ha ampliado su horario de actividad a 20 horas por día.

El MSC Sinfonia recaló en el puerto de Vigo bajo la dirección del veterano capitán Ciro Pinto y con cerca de 2.700 personas a bordo -1.900 pasajeros y 800 tripulantes-, de 38 nacionalidades diferentes entre las que destacan la alemana (620), italiana (534), australiana (122) y rusa (121). El buque se dirige desde Italia al Norte de Europa en una travesía de once noches durante la que se tocará los puertos de Marsella, Tánger, Lisboa, Vigo, Cherburgo, Dover y Copenhague. A primera hora de la tarde -sobre las 15.00 h- el navío partía de la ría olívica rumbo a las costas de la Baja Normandía. La directora del crucero, Claudia Nündel, explica que este es el quinto viaje que emprende el Sinfonia tras el ensamblaje de su nuevo módulo. En sus rutas anteriores el navío remodelado viajó por el Mediterráneo.

Para recibir al buque en su primera escala, autoridades del puerto de Vigo -encabezadas por su presidente, Ignacio López-Chaves- y del crucero protagonizaron un pequeño acto a bordo durante el que se intercambiaron placas. "Vigo tiene unas condiciones magníficas que ni siquiera poseen otros puertos a nivel mundial. Las navieras más importantes siguen apostando por Vigo y eso es debido a la intensa labor comercial que año tras año lleva a cabo la Autoridad Portuaria, así como a los elevados niveles de seguridad de sus instalaciones, algo que nos exigen, cada vez más, las propias navieras", anotó López-Chaves, quien agradeció la confianza de MSC. El responsable portuario destacó además la importancia del muelle de trasatlánticos como puerta de acceso del turismo en la ciudad. Según avanzó, este año llegarán a Vigo a través del puerto casi 290.000 personas. "Es la principal entrada de turistas", zanjó López-Chaves.

Homenaje a compositores

Desde su mismo nombre el MSC Sinfonía brinda un homenaje a la música que se mantiene en los detalles y disposición del navío. Sus diferentes puentes lucen el nombre de grandes maestros de la composición, como Schubert, Bizet, Bach, Mozart, Beethoven, Debussy, Brahms o Tchaikosvki. Entre sus servicios al pasajero, el buque incorpora una sala de talasoterapia y otra de masajes, gimnasio, sauna, una amplia zona de piscinas -dispone de dos, ambas con áreas infantiles y dos baños de hidromasaje-, un espacioso teatro con capacidad para más de medio millar de espectadores, un casino y sala de juegos, discoteca o dependencias diseñadas para niños y adolescentes, con juegos divididos por franjas de edad. Según la documentación que aporta MSC a bordo del trasatlántico, el Sinfonia tiene un arqueo bruto de 65.542 toneladas, una eslora de 274,9 metros y una manga de 32 m. Su altura es de 54 metros y la velocidad máxima que alcanza es de 20,1 nudos.

La de ayer fue la segunda escala inaugural de un navío en apenas 48 horas, después de que el domingo recalase al lado de la Estación Marítima de la ciudad el lujoso Corinthian, un barco de 98 metros de eslora con 92 pasajeros -norteamericanos, la gran mayoría- y 64 tripulantes a bordo.